Crean cinturones de selva baja
Autor | Antimio Cruz |
Arboles, hierbas, insectos, reptiles y mamíferos de clima tropical seco, que se encontraban amenazados en 1989, se han recuperado en zonas del estado de Morelos mediante un programa que entrega dinero a las comunidades para frenar la depredación y aporta tecnología para utilizar de manera inteligente el ecosistema conocido como selva baja caducifolia.
El rescate impulsado por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) lleva por nombre Unidades Ecológicas y busca definir el mejor uso del suelo para las 27 mil hectáreas de bosque templado y 62 mil hectáreas de selva baja de Morelos, que se han visto afectadas por la agricultura, el desarrollo turístico y los fraccionamientos.
En el renglón de la selva baja, los esfuerzos incluyen la atención de cuatro zonas con protección especial en Morelos: Sierra de Huautla, Sierra de Montenegro, el Tezcal y Xochicalco. En estas reservas, las acciones han incluido la identificación de semillas de árboles y hierbas silvestres, ciclos y ritmo de reproducción de insectos y herbívoros, y estudio de los predadores mayores.
A diferencia de los modelos tradicionales de conservación ecológica, el proyecto desarrollado con la participación de INIFAP, las Secretarías de Agricultura y de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Sagar y Semarnat) y el Gobierno estatal, parte del principio de que las comunidades aledañas utilizan intensivamente los vegetales y animales de la zona, de modo que no se pueden aislar las zonas rehabilitadas. En lugar de eso se elaboran modelos para que la población use adecuadamente las especies nativas, y se financia con recursos del Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) a las familias que han adoptado estos modelos.
11 Millones de Hectáreas
La selva baja caducifolia es uno de los ecosistemas menos estudiados a nivel mundial. A diferencia de la exuberante y siempre verde selva tropical que se extiende por estados como Campeche, Chiapas, Tabasco, Veracruz y Quintana Roo, la selva baja es un sistema contrastante que se cubre de follaje verde brillante durante las temporadas de lluvia y tira prácticamente todas sus hojas durante las épocas con menor presencia de agua.
De acuerdo con José Concepción Boyás, Premio Nacional Forestal e investigador del INIFAP, en México existen 11 millones de hectáreas de este sistema biológico, distribuidas en 17 estados. En esos terrenos conviven árboles como el cirián, guamúchil, tepehuaje, mezquite y palo...
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