El cinema de ensueño

(Embargada para sitios en internet hasta las 24:00 horas locales)- Una ironía de la historia ha querido que el cine Teresa sea uno de los templos de la pornografía y que su nacimiento cuente la historia del cine más exclusivo, el sueño de la prosperidad de los años cuarenta, cuando México abandonaba el yugo rural para convertirse en un país urbano.Rafael Pérez GayEL UNIVERSALDesde hace años, el cine Teresa fue abandonado a su suerte. Un edificio art decó arrumbado en el Eje Central, a la orilla de un río popular contempla la locura, la muchedumbre y el olvido. No sé muy bien si las obras que se iniciarán para transformar el Teresa en varios cines y un centro comercial, pretendan rescatarlo o simplemente borrarlo del mapa urbano. La autoridad territorial prefiere la emboscada nocturna que le cambia el rostro a la Ciudad de México a la transparencia de la información. A eso se dedican las cuadrillas demoledoras. Si la memoria y sus representaciones no adquieren con el tiempo valores colectivos, el destino de los símbolos urbanos es la destrucción. Una ironía de la historia ha querido que el cine Teresa sea uno de los templos de la pornografía y que su nacimiento cuente la historia del cine más exclusivo, el sueño de la prosperidad de los años cuarenta, cuando México abandonaba el yugo rural para convertirse en un país urbano. A esta ambición dedicó sus obras Ávila Camacho. No sé si en la rara evolución del Teresa hay una clave de nuestro destino: de la aspiración refinada de unos cuantos a la muchedumbre que busca en la oscuridad la satisfacción de un deseo o la vaga realización de una fantasía.8 de junio de 1942. Según contó Juan Solís en estas páginas en el 60 aniversario del cine, entre la noticias de la guerra, EL UNIVERSAL informaba: "Teresa, un cine dedicado a las damas metropolitanas". Al día siguiente se anunciaba en el diario la primera aventura que iluminó la oscuridad: Hijo de la furia, una proyección de la Twenty Century Fox. 3 mil 107 almas ávidas de sueños abarrotaron el auditorio que diseñó uno de los maestros del art-decó mexicano: Francisco Serrallo. Cuenta Solís: "El cine Teresa nacía en el mismo predio que ocupó otra sala del mismo nombre desde 1924. Según datos consignados en el libro Espacios distantes aún vivos, de Francisco Haroldo Alfaro y Alejandro Ochoa, entre 1934 y 1936, cuando se amplió la avenida San Juan de Letrán, el antiguo Teresa con su...

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