Cine Qua Non / El otro cine negro

AutorRicardo Pohlenz

El joven realizador Géla Babluani debutó con un filme sorprendente, Calle Tzameti 13: El Club del Suicidio (Francia-Georgia, 2005), una reducción tan esteticista como apabullante de los recursos y eficacias del cine negro francés de los años 50.

Sin embargo, él mismo ha declarado que su inspiración viene más bien del cine soviético del mismo tiempo y recuerda las largas sesiones pasadas en compañía de su padre, el realizador georgiano Temur Babluani, en un cine de Tiflis, Georgia, donde las veía. Queda decir que tanto en el cine francés como en el soviético de aquel tiempo, existe una vocación heroica por lo irremediable.

Los Babluani emigraron de Georgia (región que ganó su independencia de los rusos a finales de los años 80 y se convirtió en una nación convulsa, entregada a profundos cambios y violencia) para radicar en París, donde Géla estudió literatura y cine.

En su trabajo puede sentirse la clara influencia de su padre (que lo ayudó a dirigir su ópera prima) en la comprensión de la dinámica de planos, la eficacia de un montaje hecho con el rigor de la vieja escuela y una cámara que sigue como testigo presencial la costumbre de lo extremo. También está la experiencia de una violencia cotidiana vivida por el director durante su infancia.

Tzameti es 13 en georgiano y el número que le toca, por elección desafortunada, a Sébastien (George Babluani, hermano del director) joven reparador de techos, cuando decide robarle a su empleador, un morfinómano recién fallecido, una carta que ofrece una gran ganancia.

Esta elección trastorna su vida y lo lleva a...

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