Sobre Cine.../ Enaltece los valores del soldado

AutorEduardo Alvarado

Más conocido por sus recientes taquillazos, Gladiador y Hannibal, además de sus innovadoras piezas de ciencia-ficción, Alien, El Octavo Pasajero y Blade Runner, el cineasta inglés Ridley Scott, sin embargo, acarrea desde sus orígenes un singular interés por la cuestiones de la guerra.

Su opera prima, Los Duelistas, es el relato de una destructiva obsesión personal que se genera entre dos brillantes oficiales franceses del ejército napoleónico, mientras que en G.I. Jane aborda las arremetidas machistas que sufre una mujer que por sus meritítos calzones se inscribe en el ejercito estadounidense. Más recientemente aparece Gladiador, cinta que habla de las intrigas en que se ve envuelto un notable general del ejército romano a partir de la muerte de su jefe y amigo, el César. En todas ellas, Scott se aproxima al asunto bélico desde una perspectiva individual; es decir, cómo puede afectar a algunos de sus miembros la rígida, monolítica e intrigosa "cotidianidad" de los ejércitos.

Se dice que la guerra es la expresión más alta de la política, sin embargo, en sus cintas bélicas Ridley Scott se ha permitido dislocar esta idea, marginarla o de plano ignorarla.

Para su más reciente filme, La Caída del Halcón Negro, el cineasta fortalece aún más esta postura suya despojando a su historia de prácticamente todo antecedente o contexto político para concentrarse por entero en la exhibición supradetallada de los momentos cruciales del asalto, por parte de una unidad del ejército estadounidense en Somalia, contra un cuartel de las fuerzas guerrilleras comandadas por el líder extremista Mohamed Farrah Aidid. Operación que desde la perspectiva gringa constituiría, supuestamente, un almuercito de enchiladas verdes que resolverían en no más de 45 minutos, pero que al final sumó 16 horas de cruento combate.

Se trata de un hecho real sucedido en octubre de 1993, y que a la postre constituyó el primer descalabro bélico-diplomático del gobierno de William Clinton.

Fuera de contexto todos los...

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