Científico por pasión, todólogo en su gusto
| Autor | Patricia López |
Las observa, las toca y las desentraña con pasión. Encuentra en ellas el placer de la razón, belleza, un camino para generar conocimiento y la posibilidad de explicar lo impreciso o caótico que abunda en la naturaleza.
El universo de José Antonio de la Peña (Monterrey, 1958) se centra en las matemáticas. Convive con la ciencia de los números dentro y fuera del cubículo de investigación y del salón de clases, pues están ahí incluso cuando juega con un cubo plateado que despliega para transformarlo en dos.
"Se convierten en una pasión y en una forma de vida", asegura el científico galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2005, un experto en álgebra y simetría que desde la secundaria descubrió el gusto por ese campo de estudio.
"Era bueno para eso y tuve en familia la imagen de un científico, mi tío es el físico Luis de la Peña. Pero ya en la Facultad (de Ciencias de la UNAM) descubrí que las matemáticas no es hacer cuentas y resolver problemitas de cuántas vacas le tocan a cada hijo del hacendado. Son una ciencia que se autocorrige", asegura.
De la Peña describe su materia como la ciencia más exacta, que requiere de rigor lógico para hacer una demostración.
"No se aceptan creencias, ni cosas que uno cree que son ciertas, sólo es válido lo que es demostrado. Eso le da una validez más profunda que a otras disciplinas.
"Pero son realizadas por el hombre y proclives a errores. Los matemáticos nos equivocamos, históricamente la idea que tenemos de lo que es verdad cambia, no hay absolutos. Y lo que en cierta época está perfectamente demostrado sin tacha y sin error, años después se puede descubrir que era deficiente", reflexiona.
De la Peña parece atraído por el complemento de la ciencia de los números, que a su exactitud añade elementos muy humanos como la incertidumbre, el caos y la conjetura.
"Hay cosas que no se alcanzan a comprender o que son impredecibles, como el clima o el estado de la bolsa de valores, las cuales en los últimos años han encontrado una expresión matemática para su estudio", ejemplifica.
En el mundo de los números, la afición de José Antonio de la Peña es la lectura.
"Para relajarme me gusta la literatura, la novela. En los autores voy por etapas. Ahora estoy leyendo novela policiaca de Henning Mankel (autor sueco) y de George Simenon (escritor belga), me gustan mucho. También leo muchas revistas de política y cultura mexicanas y extranjeras", dice.
El tiempo libre lo complementa con el cine y la música...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba