Ciencia descentralizada

AutorTania Romero y con información de Brenda Rangel

Estar fuera del DF, dificultades para obtener recursos económicos y la falta de proyectos creativos y que sean acordes con las necesidades del País, son algunas de las carencias que enfrentan investigadores que trabajan en las universidades localizadas en los estados.

"Los científicos mexicanos suelen ser seguidores de la ciencia y tecnología que se hace en otros países y no crean ciencia pertinente para el País", dice Víctor Manuel Castaño, director del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada de la Universidad Nacional Autónoma de México, localizado en Juriquilla, Querétaro.

"Esto explica que investigaciones que se ven interesantes y prometedoras no llegan a más".

El científico también advierte que las universidades de los estados se perjudican por una centralización de recursos humanos y económicos.

"Una limitación es que muchos de los líderes de investigación, por tradición, se encuentran en la Ciudad de México y les resulta poco atractivo moverse a una universidad de otro estado, donde hay que empezar desde cero", afirma.

"Esto hace que, normalmente, los grupos de investigación de los estados estén formadas por científicos jóvenes, con menos experiencia, por lo que es difícil consolidar un grupo de trabajo".

El investigador agrega que la centralización de decisiones es otro punto que tienen en contra, pues las oficinas de instancias como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología o la Secretaría de Educación Pública, que pueden darles apoyos, están en el DF, y las representaciones que hay en los estados suelen servir únicamente para realizar trámites.

Por otro lado, mientras más nuevas son las áreas de estudio, más difícil es conseguir recursos.

Por ejemplo, Raúl Campos Rodríguez, investigador de la Universidad de Guadalajara, quien es creador de un nanoespejo que requirió un millón de pesos de inversión y que, para fabricar un prototipo, necesitará otros 4 o 5 millones más, vio cómo las autoridades desconocían su tema de estudio.

"La microtecnología es un área muy nueva a nivel mundial y, cuando propusimos el proyecto a Conacyt, nos dijeron que era difícil explicar lo que queríamos hacer", recuerda.

Aunque este organismo ya le confirmó que sí obtendrá un apoyo económico para el desarrollo del prototipo, al principio solamente recibió recursos del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Jalisco, y siguen tocando puertas con las empresas, pero sin tener mucha suerte.

"Las compañías, son las más renuentes", lamenta.

Campos Rodríguez afirma que esto fomenta la dependencia tecnológica de otros países y un rezago científico del País, pues no se genera ciencia propia y México sigue teniendo que adquirirla del extranjero.

En el caso de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, también ha tenido que sortear dificultades para participar en un proyecto...

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