Un cielo por descubrir

AutorCarla Guerrero

MURAL

Cada aficionado a la observación de astros tiene su propio inicio, o mejor dicho, su "big bang": "Todo comenzó a los 9 años y una visita a un planetario. Luego la observación de la Luna y Júpiter a través de un telescopio en una salida escolar me acabaron de enganchar", relata Antonio, de 29 años.

Para Eduardo Ortega, de 51 años, su afición a la astronomía fue un pretexto para aliviar el estrés.

"Fui al Planetario Alfa de Monterrey para escapar de la rutina, y ya llevo 8 años "atrapado" en sus actividades. Viajamos a lugares cercanos, como San José de la Popa, donde en cuestión de tres horas observamos casi 500 meteoros".

Margarita Rosado hizo del cielo su campo de trabajo como astrónoma e investigadora, y cada semestre viaja a los observatorios chilenos sólo para mirar a su favorito: la Nebulosa de la Tarántula; para Antonio, son los anillos de Saturno; para Eduardo, una lluvia de estrellas.

"He visto el paso de Venus por delante del Sol, y los impactos dejados por el gran cometa Shoemaker-Levy 9 contra la atmósfera de Júpiter. También me sorprendió escuchar el paso de un gran meteorito mientras lo veía fragmentarse", señala Antonio.

"Uno nunca vive hasta ver en un telescopio los anillos de Saturno o algunas de las cuatro lunas de Júpiter. Mucha gente piensa que es un pedazo de papel pegado al telescopio", dice Mario De Leo Winkler.

Quien se decide por esta afición, encuentra en la astronomía una escapatoria a la vida diaria, y al ser una de las pocas ramas de la ciencia en las que el aficionado puede realizar descubrimientos, se trata de una especie de reto científico.

"En cierta forma, observar el firmamento a través del telescopio también equivale a viajar por él, tanto en el tiempo como en el espacio, ya que a través de él vemos las cosas más cercanas".

"Observar el cielo nos permite relativizar nuestros problemas y dejar, por unos momentos, escapar nuestra imaginación", agrega.

EL UNIVERSO A SU ALCANCE

Todo comenzó con una idea y el apoyo de la investigadora Julieta Fierro. Fue en el 2001 que se formó la Sociedad Astronómica NIBIRU de a la Facultad de Ciencias de la UNAM.

Nibiru significa doceavo planeta en la mitología sumeria. De hecho, este nombre fue una propuesta a la NASA y a la Unión Astronómica Internacional para ponerle así al próximo planeta que se descubra, señala Mario De Leo Winkler, consejero de comunicaciones de esta sociedad.

Cuenta con 150 miembros, y cada semestre atienden a 4 mil 500 personas en diferentes...

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