¡Hasta el cielo!

AutorEN FORMA / STAFF

Todo empezó para ella como una diversión tras observar con paciencia a sus tres hermanos mayores que brincaban una y otra vez en un trampolín.

Teniendo sólo 7 años de edad, Rosie MacLennan se subió al aparato saltarín... y al parecer ya nunca se bajó de él.

Recuerda la gimnasta que en sus inicios estaba consciente que era propensa a lesiones, además de carecer de coordinación y flexibilidad, pero aún así aceptó el desafío.

La joven canadiense, ahora de 28 años de edad, refrendó en los pasados Juegos Olímpicos de Río 2016 su título como monarca en la cama elástica que ya había conseguido hace cuatro años en Londres 2012 (ésta fue la única presea dorada para su país en esa cita londinense).

Su debut en competencias olímpicas se dio en Beijing 2008, pero en esa ocasión terminó en el séptimo puesto general de la prueba.

Rosie combina sus entrenamientos de trampolín con rutinas de ballet, pilates y elementos de fuerza, en este caso, ejerce un trabajo especializado de músculos llamados MAT (técnicas de activación muscular).

Esta práctica procura el balance en el cuerpo a través del trabajo y contracción de determinados músculos mediante un combo que abarca el sistema neuro-muscular-articular.

La gimnasta canadiense también ha sufrido algunas lesiones, principalmente en la cabeza, que inclusive le dificultaban la lectura y presentaba visión borrosa, pero con tratamientos especializados ha superado estas molestias.

Ahora su única advertencia, principalmente para los principiantes, es cuidarse de las rozaduras que pueden sufrir en rodillas y codos, de ahí en fuera, todo es diversión e inclusive...

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