Cicatrices de Santiago

AutorEfraín Salinas

Fotos: Walter Shintani

EL NORTE / Enviados

SANTIAGO.- El cielo de Santiago es- tá cerrado, se niega a que el invierno termine. Alberto, un taxista, persigue a los turistas por el aeropuerto y les ofrece un recorrido de tres horas por la ciudad.

Al final de la batalla del regateo, él gana.

Después de un intenso interrogatorio al pasajero sobre el "Chavo del Ocho" y el "Chapulín Colorado", el conductor toma la carretera hacia la capital. No tarda más de un minuto en salir a colación el tema obligado.

"¿Y Pinochet?" "Pues no cabe duda que es una persona que mucha gente quiere ver en la cárcel, pero hay que reconocer que económicamente el país está estable gracias a él", dice Alberto, al tiempo que voltea por el retrovisor, mientras el recorrido continúa y los edificios de Santiago parecieran hablar por sí mismos.

Son construcciones de tres siglos que se erigen a escasos metros de torres de cristal y acero con cierto descaro; obras en las carreteras y en la ciudad.

La urbe crece, lo que no significa que no haya lugares que recuerden la dictadura y sus bemoles.

Hay chilenos que luchan por perder la memoria, hay otros tantos que se resisten. Ese conflicto es el que más se percibe en el Centro.

Al bajar del auto, el frío corta la cara en medio de un ambiente caótico, sello de las grandes ciudades.

La Casa de la Moneda (el Palacio de Gobierno) se levanta reluciente y gris, custodiada por carabineros con las manos cruzadas en la espalda y el gesto duro.

A un costado, un edificio delata el pasado. Su fachada vieja en café tierra enseña los impactos de las ametralladoras aéreas, resanados con un color más oscuro. Los habitantes de la ciudad lo ignoran. Luego de tantos años, las huellas se han vuelto parte del paisaje.

Parque por la paz

El taxi se mueve lejos de ahí, hacia la calle José Arrieta, en Peñalolen.

Ahí está el que alguna vez fue el centro de detención y tortura en la dictadura de Pinochet. Villa Grimaldi conserva la puerta por la que miles de presos políticos entraron, pero por la que pocos salieron.

Lo que primero fue una hermosa casa y luego un lugar de genocidio, hoy es un parque memorial que sólo conserva una pequeña parte de la construcción que era originalmente.

Por medio de dibujos y bocetos hechos por los sobrevivientes, el guía explica las condiciones en que los presos vivían hasta por meses en el...

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