En el Cibercafé / Usted es un ganador
| Autor | Ennio Fano |
Usted ha sido elegido de entre cientos o miles de personas y su gran fortuna le va a permitir a usted tener el honor y la dicha de poder ser el nuevo poseedor de nuestra prestigiada tarjeta de crédito, tan sólo permítanos su nombre, dirección, teléfono, salario mensual, comisiones, estado civil y talla de cintura; claro en caso de no cumplir con el requisito del sueldo mínimo mensual+ ¿no tendrá a alguna persona que quisiera recomendar para que sea la siguiente afortunada?
Creo que en fechas más o menos recientes todos hemos recibido al menos unas cuantas llamadas como ésta. Si no me equivoco a partir de finales del 2002 inició una nueva ola de tarjetas de crédito, en las que los bancos no sólo se limitaron a ofrecer sus productos en pequeños kioscos en las plazas comerciales, sino que además empezaron una competencia por nuevos clientes utilizando los servicios de empresas de mercadeo telefónico.
Estas compañías básicamente a lo que se dedican es a tener una buena cantidad de gente con una línea telefónica, reciben una pequeña capacitación sobre el producto que deben de vender y a llamar se ha dicho. Algunos de estos productos no tienen mayor problema, pero otros requieren de una mejor capacitación, la cual me permito poner en cierta tela de duda. Por ejemplo, el año pasado me ofrecieron una tarjeta de crédito que no cobraba ni apertura ni anualidad, la acepté pues me pareció una buena opción según me la había platicado el vendedor en turno, pero menos de dos semanas después de que me hubiera llegado el plástico me llegó un cobro por no haberla utilizado. Algo molesto por la situación la fui a cancelar y en la sucursal del banco me pidieron una disculpa y me dijeron que ese caso les había ocurrido ya en varias ocasiones, pues los vendedores por teléfono en muchas ocasiones omitían parte de la información.
Pero bueno, la cosa no termina ahí, resulta que nuestros estimados vendedores, como todo aquel que se precie de serlo, resultan ser muy insistentes y no obstante ya había aceptado y cancelado la tarjeta, seguían llegándome ofertas para recibirla, incluso para otras tarjetas que manejo desde hace ya algunos años continúo recibiendo ofertas para obtenerlas de manera gratuita. El colmo de los casos creo que le ocurrió a un amigo, le ofrecieron una tarjeta y la aceptó, una media hora después recibió una segunda llamada de otro vendedor para ofrecerle la misma tarjeta, amablemente le dijo que ya la había aceptado y colgó, dejó de ser amable...
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