En el Cibercafé / Propósito para compartir

AutorEnnio Fano

Desde hace unas tres o cuatro semanas empecé a pensar en cuáles serían mis propósitos de año nuevo, escogí algunos y ya estoy trabajando en ellos. Pero, ¿qué pasa cuando no podemos cumplir cierto propósito o hacer algo en particular por cuestiones de algo o alguien más?

Hace algunos años cuando olvidábamos hacer algo le echábamos la culpa a la naturaleza o a ciertos procesos de antaño (¿no me digas que no te llegó la carta que te envié? Siempre se pierden en el correo), era relativamente sencillo creer que las cosas podrían salir mal, ¿pero qué pasa con este mundo tecnológicamente superior al de aquel entonces? Tal vez algunas cosas no cambien mucho, aunque otras definitivamente nos son sumamente difíciles de creer, de cualquier manera no dejamos de buscar las mismas salidas fáciles (¿no me digas que no te llegó mi e-mail? Se debe haber caído un servidor).

¿Pero realmente llegan a pasar cosas así? Curiosamente en lo que va de este mes me han pasado algunas que si me las hubieran platicado no las habría creído del todo. La primera de ellas fue en la carretera, íbamos con rumbo a Lagos de Moreno por la autopista de cuota, más segura, con más servicios y demás, pero por desgracia a otros paseantes no les fue del todo bien, pues se les salió una llanta y no pudieron continuar. Queriendo hacer nuestra buena acción del día, y no viendo cómo ayudarlos directamente, paramos en el siguiente teléfono de emergencias, pero oh sorpresa... el botón que servía para llamar al puesto de auxilio había sido robado, sólo pude pensar ¿de qué diantres les podría servir un botón? Llegamos al siguiente teléfono de auxilio y ahí sí estaba todo el aparato, pero no supe cuál de los dos casos fue más frustrante, pues en el segundo a pesar de que todo el aparato estaba ahí jamás funcionó. Es curioso que diga esto, pero me pareció lamentable que más adelante ya no hubiera ni teléfonos ni casetas, se acabó la autopista y no pudimos reportar nada de lo que habíamos visto. Ya de regreso lo bueno fue que el auto averiado ya no estaba, pero lo malo es que olvidamos reportar la falla en la caseta.

Otro incidente tecnológico con el que me topé fue en el cine. Llegamos a la función, palomitas, refresco y café, todo listo para disfrutar la película cuando de repente... sólo se veía una parte de la película en la pantalla, otra parte estaba en la pared de la sala y otra sección de la imagen sencillamente estaba tapada por algo. Al pasar más de una escena con dicho problema...

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