En el Cibercafé / Banqueros felices
| Autor | Humberto Vela del Bosque |
Pues resulta que los banqueros mexicanos andan locos de contento presumiendo que las operaciones realizadas a través de los diferentes portales electrónicos que operan sus bancos crecieron un 193 por ciento del 2001 al 2002.
El coordinador del Comité de Operaciones y Sistemas de Pagos de la Asociación de Banqueros de México, el señor Rafael Arana, informó en una entrevista publicada por este periódico que en el 2002 se realizaron un total de 21 millones 563 mil 798 transacciones electrónicas, según él, gracias a la "confianza de los consumidores en el medio".
También comentó que en montos de dinero, el incremento fue del 257 por ciento rebasando ligeramente los mil 600 millones de pesos los que se operaron a través de internet, recursos que si bien no pintan mucho en las cifras totales del sistema, sí representan cuando menos una tendencia relevante.
Y digo que las cantidades no son significativas porque si las cifras son correctas y yo las interpreté adecuadamente, el monto promedio por transacción apenas alcanza los 75 pesos, que es una cifra pequeña pero que nos dice mucho acerca de nuestra economía.
Sin embargo, lo positivo de esta cifra es que se comprueba que gracias a los costos reducidos por transacción que se tienen cuando se usa la internet, es posible realizar rentablemente operaciones pequeñas, y creo que una operación de 75 pesos nuestros banqueros la deben considerar más que pequeña.
Si los banqueros tuvieran que invertir en las sucursales personal, seguridad, etc., necesarias para atender este tipo de operaciones, sus costos harían que las comisiones fueran muy altas o simplemente que los cajeros se negaran a realizarlas por instrucciones superiores. Por ello, pagar la luz, el teléfono, el gas y el agua a través de nuestro portal bancario les resulta más económico que si lo realizáramos en la ventanilla de la sucursal más cercana beneficiándonos, en teoría, todos de ello.
Por eso no entendemos por qué nuestra banca electrónica presenta tantas deficiencias; estoy seguro que hasta al menos inteligente de los directores generales de nuestros bancos es bastante fácil hacerle entender que los beneficios de invertir en infraestructura supera y con mucho los costos, por ello resulta difícil de comprender el por qué ésta no ha crecido al mismo ritmo que el de sus usuarios electrónicos.
No se vale que se escuden argumentando que la decisión de...
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