Otro Chucho el Roto

AutorHugo Hernández

Luego del éxito cinematográfico de su corto Polvo Vencedor del Sol (1979) y de Vidas Errantes (1984), su ópera prima, las expectativas en la carrera del durangueño Juan Antonio de la Riva fueron considerables: era uno de los directores más sólidos de una generación que se perdió en una difícil década (los ochenta) para el cine nacional. Acaso por eso, su subsecuente obra ha sido una sucesión, en mayor o menor medida, de decepciones. En El Gavilán de la Sierra (2001) Gabriel Nevárez (Juan Angel Esparza) muere acribillado al lado de sus secuaces en la sierra. No sé si es un caso de la vida real, pero sí aparece en las páginas de Alarma. Por este medio se entera el carnal Rosendo (Guillermo Larrea), músico midibusero de profesión, de la suerte del bravío benjamín. Regresa entonces a El Salto, el serrano poblado donde vive aún su padre (Mario Almada). Ahí se da a la tarea de componer un corrido a la memoria del difunto. Sus averiguaciones con la gente del lugar sobre su hermano son extremosos: del delirante criminal para la policía, al Robin Hood de la serranía para la mayoría, la diferencia no es tan grande.

De la Riva construye una...

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