Chivas busca evitar el “sospechosismo”

GUADALAJARA, Jal., febrero 6 (EL UNIVERSAL).- En medio de la polémica que se ha desatado, el Guadalajara se meterá este viernes a la casa del Santos Laguna en busca de dos cosas: un buen resultado que le permita seguir por el camino adecuado en la lucha por salvarse del descenso y evitar cualquier situación que abone al “sospechosismo” arbitral que ahora existe a su alrededor.

Tras cuatro presentaciones en el actual Torneo Clausura 2015, tres encuentros de Chivas han estado en el ojo del huracán por decisiones de los silbantes que se han reflejado directamente en el marcador. Por eso, el Rebaño Sagrado quiere hacer a un lado cualquier sospecha y buscar el resultado este viernes a las 21:30 horas.

Toda la polémica comenzó en la segunda jornada, cuando el conjunto que dirige José Manuel de la Torre superó por 2-1 a Pumas, en el estadio Jalisco. En aquella ocasión, el cuadro universitario protestó airadamente la anulación de un gol legítimo de Darío Verón, en la agonía del encuentro, aunque al paraguayo le fue perdonada la tarjeta roja en el primer tiempo, por una agresión igual de clara.

Además, el cuadro capitalino terminó molesto por la expulsión de David Cabrera, al minuto 87. Tan equivocada fue la tarjeta roja mostrada por Roberto García Orozco, que el castigo le fue retirado al futbolista de la UNAM y pudo jugar el siguiente fin de semana ante Toluca. Pero la sospecha ya había sido sembrada.

Los errores arbitrales no han sido sólo a favor de Chivas, aunque son esas fallas las que más se destacan en el entorno actual. La opinión pública habla de “ayuda”. En la tercera fecha del certamen, el Rebaño se metió al Jalisco, donde estaba en desventaja frente a los Leones Negros con un gol de Fidel Martínez precedido de un apretado fuera de lugar que no fue señalada.

La jugada que ha desatado por completo el “sospechosismo” alrededor del Guadalajara se dio en la cuarta jornada. Durante el duelo ante Pachuca, ya en la segunda parte, Aquivaldo Mosquera hizo un ligero contacto con Carlos Fierro, quien exageró la caída y provocó que el árbitro Luis Enrique Santander mordiera el anzuelo.

Mosquera había tirado una patada con la pierna izquierda que no conectó en el delantero rojiblanco. Ni cerca estuvo de tocarlo. El contacto hecho con la cadera y el brazo derecho no era suficiente para considerarse falta. Pero el silbante decretó una pena máxima inexistente, que Giovani Hernández ejecutó de estupenda manera para el gol del triunfo por 1-0.

Con la...

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