La 'chiquillada' juega su suerte

AutorOctavio Ortega

Lejos de los reflectores que acaparan los tres partidos mayoritarios, las cinco fuerzas emergentes (Convergencia, Panal, PSD, PT y PVEM) diseñan y operan sus estrategias para las elecciones federales con dos objetivos: mantener el registro (y las prerrogativas) y convertirse en fuerzas determinantes para la conformación de mayorías en la próxima legislatura.

Absorben una tercera parte del gasto total destinado por el IFE a partidos (mil 309 millones de pesos, de un total de 3 mil 633 millones), y ocupan el 20 por ciento del tiempo oficial en medios electrónicos administrado por la autoridad electoral.

Con estas herramientas y haciendo uso de propuestas estridentes, personajes reconocidos y alianzas locales con los partidos grandes, los cinco partidos pequeños pelean por su supervivencia.

Mientras que el PT y el Verde dicen que pueden alcanzar hasta un 12 por ciento de la votación nacional, Convergencia aspira a un 7 por ciento, el PSD establece como objetivo un millón de votos que le garantice el registro, y el Panal toma como meta mínima el 4.8 por ciento alcanzado en la elección del 2006.

Este optimismo choca con la encuesta de Reforma sobre preferencias electorales publicada el 23 de febrero, que otorga a la llamada "chiquillada" una votación total del 13 por ciento. Según el sondeo, dos partidos cuentan con una intención de voto suficiente para salvar el registro: Verde (5 por ciento) y PT (4 por ciento). Nueva Alianza está en el límite (2 por ciento), y Convergencia y el PSD lo perderían al contar cada uno con 1 por ciento.

En este proceso la meta del 2 por ciento -establecida en el artículo 32 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales como mínimo para mantener el registro- luce más difícil de alcanzar, al entrar en vigor una reforma al artículo 95 del Cofipe que obliga a contabilizar por separado los votos de cada partido.

640 mil votos

Para prever el número de sufragios que requieren los partidos pequeños para mantenerse vivos es necesario calcular la votación total esperada en este proceso electoral, usando como referente la última elección intermedia (2003).

En aquel proceso la participación ciudadana fue del 41.68 por ciento; esto es, 26.9 millones de los 64 millones 710 mil ciudadanos que estaban inscritos en el listado nominal.

Para la elección del 2009 la lista nominal es de 76 millones 830 mil electores. Con un porcentaje de participación idéntico al de la última elección intermedia se esperarían 32 millones 22 mil votos.

Para conservar su registro, los partidos pequeños deben obtener al menos el 2 por ciento de esa votación; esto es, 640 mil votos.

En el 2003, PT y Convergencia mantuvieron su registro al ir en alianza con el PRD, lo mismo que el PVEM, que fue en alianza con el PRI.

En contraste, en aquella elección cinco partidos perdieron el registro por no llegar al 2 por ciento: México Posible (242 mil votos equivalentes al 0.91 por ciento); PAS (197 mil votos, 0.74 por ciento); Fuerza Ciudadana (123 mil votos, 0.46 por ciento); PLM (108 mil votos, 0.41 por ciento) y PSN (72 mil votos, equivalentes al 0.27 por ciento).

A diferencia de aquellos comicios, esta vez el PT, Convergencia y el PVEM deberán obtener estos votos por sí mismos, pues la reforma electoral de 2007 modificó el esquema anterior de alianzas por el que los partidos coaligados aparecían en las boletas en el mismo espacio de votación y pactaban porcentajes para traducir los votos en posiciones.

Ahora la figura de candidaturas comunes reflejará los sufragios efectivos, pues los candidatos aparecerán en el espacio independiente de cada partido o partidos que los postulen, y el elector deberá votar en una sola casilla.

"Independientemente...

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