Está en chino vencer a China

AutorJosé Ángel Vela

EL NORTE / Enviado

BEIJING.- Mil 300 millones de chinos miran en la misma dirección con una meta única: Quieren el dinero del mundo.

Para conseguirlo, aplican reformas sin debate alguno, rematan los insumos que provee el Estado, fabrican tecnología de punta y arrebatan inversiones con gangas y promesas que hoy, aunque quisiera, México no puede igualar.

La estrategia china para ganar el gran mercado del mundo empieza en sus mismas calles. Miles de vendedores informales acosan al turista hasta vender por un dólar plumas, llaveros o relojes.

Con técnica similar, pero al más alto nivel, sus promotores de negocios cautivan al inversionista en zonas industriales dotadas de aduanas, aeropuertos, autopistas, dormitorios para trabajadores y hasta universidades propias.

México también busca atraer inversión extranjera, pero su estrategia palidece frente a la destreza del dragón rojo.

La enorme ventaja de China sobre México no es, como muchos insisten en simplificarlo, sólo el costo de su mano de obra.

China está tan enfocado a ganarse al inversionista, por ejemplo, que un individuo sin laberinto burocrático o trámite alguno tiene autoridad por sí solo para exentar impuestos por dos años y cobrar ínfimas tarifas por el uso de agua, electricidad y suelo en parques industriales que, por cierto, no se pueden comparar con los que existen en México, mucho más modestos.

Sus impuestos son mucho menores y-el Gobierno, en un evidente subsidio, vende a la industria-insumos muy por debajo de sus costos de producción.

Así, en la provincia de Xi'an, el gas natural se puede comprar 25 por ciento más barato de lo que una empresa lo adquiere en México. La electricidad cuesta 68 por ciento menos y el agua es 85 por ciento más barata.

"De China atraen las políticas que permiten rápidamente hacer negocios y obtener utilidades inmediatas. Lo estamos viendo", señala Harley Seyedin.

El presidente de la Cámara Americana de Comercio en la provincia de Guangdong agrupó en cinco años a 630 nuevas empresas establecidas en ese corto lapso en el sur de China.

Esta nación atrajo más inversión que ninguna otra durante 2003, y sólo en los primeros cinco meses de 2004, llegaron 25 mil millones de dólares frescos en inversiones extranjeras, más del doble de lo que entró a México en este mismo periodo.

En educación, China también hace su tarea.

Los profesores en la Universidad de Jiaotong, en la ciudad de Xi'an, no se limitan a impartir clases. El recinto está convertido en una fábrica...

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