Tienen chilangos viajes ardientes

A 33 grados centígrados Carlos Lima viajaba en el Metro con corbata y chaleco, mientras otros pasajeros se desabotonaban la camisa, o realizan el recorrido en playera y short.

"Me dan ganas de quitarme la corbata, pero no puedo porque el trabajo lo demanda", comentó antes de llegar a Pino Suárez el hombre que al conocer la temperatura en el tren se sorprendió: "¡A jijo!".

Carlos Utiliza el Metro para transportarse de un punto a otro de la ciudad por considerarlo más rápido que en coche, a pesar de lo incómodo, y el calor es una de esas incomodidades.

En su taxi Josel Hernández, tiene una ventaja, puede llevar ropa para cualquier tipo de clima que se le presente. "Allá atrás traigo una chamarra si hace frío, es que hay que ser prevenido" , comenta, mientras circula por el Eje Central en camiseta.

En cuanto suben al vehículo, el sudor comienza a escurrir por el rostro de los pasajeros. Según el termómetro ambiental la temperatura alcanza los 32.6 grados, mientras el auto está parado en el Eje Central a la altura del Centro Histórico.

Apenas avanza y el aire que entra por la ventanilla comienza a refrescar el interior del Vocho.

Dentro de los vehículos del transporte público, dependiendo del hacinamiento, la temperatura se eleva hasta seis grados, en comparación con la que se detecta en exteriores, de acuerdo con un ejercicio realizado por METRO.

Bajo los rayos del sol los policías continúan con su labor. En zonas de mayor riesgo, o comerciales, no se quitan el chaleco blindado, ya que de eso puede depender su vida.

"Más vale un poquito de calor a que después no lo contemos. Esto es nuestra...

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