Chilang balam / ¡Vienen los pelones, agarren pa' su casa!

¡Chamacos sombrerudos, jijos de mi carabina 30-30! No sé por qué me quedé con la impresión de que los dejé muy picados... con el tema de la Revolufia. Este año nadie sabía cómo iba a estar la onda, pero yo me puse a festejar cantando corridos y empajumándome tres litros de tequisquiapan, junto con cuatro soldaderas que mostraron sobradamente su valentía en el campo de batalla. Chance por lo agotado que quedé, o agobiado por los humos del alcohol, como dice sabiamente la Santanera, me vino a la mente una serie de enigmas más grandes que lo de los ovnis o el asesinato de Kennedy. Una es que no sé por qué se acostumbraba celebrar el 20 de noviembre con un desfile deportivo ¿Qué la Toma de Torreón se hizo con una cascarita de futbol? ¿La batalla de Celaya se decidió en un mano a mano de tenis entre Pancho Villa y Álvaro Obregón? ¿La Decena Trágica fue una competencia de tablas gimnásticas entre Maderistas y Felicistas? Otras preguntas son ¿Por qué ninguno de los grandes héroes murió en el campo de batalla? Aunque ninguno se salvó de la pólvora, a Francisco I. Madero lo mandaron a calacas en la Penitenciaría del D.F.; Emiliano Zapata, fue asesinado en Chinameca, Morelos; a Francisco Villa le dieron cran a balazos en Hidalgo del Parral, Chihuahua, Venustiano Carranza, entregó el equipo en Tlaxcalantongo, Puebla (se acuerdan; Si vas a Tlaxcalantongo/ procura ponerte chango/ porque ahí a Barbastenango/ le sacaron el mondongo.) Bueno, hasta el supuestamente ganón, Álvaro Obregón, fue asesinado en el restaurante La Bombilla, villa de San Ángel, D.F. ¿Por qué los grandes villanos vivieron tranquilos y felices en el exilio, muriendo de viejos? Porfirio Díaz y Victoriano Huerta, ni murieron en combate, ni hubo asesinos solitarios que se los apergollaran, ni se suicidaron del remordimiento. El General Díaz murió en París el 2 de julio de 1915, a la tranquila edad de 85 años. "El Chacal" Huerta murió en El Paso, Texas, en 1916, a los 71 años de edad. Pa' que nadie me ande viendo la cara de payaso y pa' saber la neta de por qué se armaron los catorrazos, me puse a rascarle a los libros y me di cuenta de muchas barbaridades, por ejemplo, Francisco Bulnes, en un estudio que presentó a la Secretaría de Agricultura y Fomento en 1888 dice: "El jornal medio es de $0.25 por día; en los Estados Unidos es de $1.50..." ¡Jijos de la jijurria! ¿Se imaginan? En aquellos tiempos los trabajadores gringos ganaban ¡6 veces más que los trabajadores mexicanos! Que diferencia...

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