Chilang Balam / ¡Al Diablo y a la Mujer, nunca les falta qué hacer!

¡Chamacos piojosos, jijos de mi última sacudida! Yo soy un perro de estas calles, la he rolado por todos los barrios, he conocido a lo más gacho de la carnalidad y he visto cosas que ni en los videos snuff esos se atreven a pasar y de todas maneras siempre hay algo que me sorprende en este Méxiquito surrealista. Hubo gran alharaca el dos de julio pasado porque se matrimoniaron el Presiso Fox y su vocera, hasta valió gorro en las noticias la visita del mero mandamás de España y ahora resulta que la boda de Chente Fox y Marthita Sahagún es legal, pero que tiene "irregularidades" por lo que si alguien la quiere armar de tos, lo pueden hasta anular. Al menos eso es lo que dijo el director general del Registro Civil, Hegel Cortés Miranda. Y es que el juez que los casó, Gustavo Lugo Monroy, que es el juez 27 civil, no pidió permiso para hacer el casorio en una jurisdicción que no es la que le toca y pa' acabarla de amolar este Tavito de mis entretelas dio validez a firmas distintas de Fox, o sea que en sus identificaciones tiene una firma y en el acta de matrimonio puso otra, pero este Tavo, que ha de haber estado dormido, permitió también una enmendadura en el acta 00539 al cambiar de última hora el nombre de un testigo del contrayente. Hegel haciendo uso de su pura razón crítica, dijo que: "Con su actuación el juez pone en riesgo de nulidad el matrimonio, si lo demandan los propios contrayentes, alguna persona con interés jurídico o el Ministerio Público" pero el procurador de Justicia del DF, Bernardo Bátiz, dijo que tiene chambas más importantes que hacer y únicamente nada más les desea: "¡Que sean felices!". Tavo Lugo se anda revolcando como gusano en sal y dice que nel, que todo estuvo de poca, que su "único pecado" fue no solicitar la autorización para casar en otra delegación, pero él cree que esta falta no tiene la menor importancia, como diría Arturo de Córdova y que no pone en riesgo el bodorrrio. Para zafársela dice que no pidió permiso para talonear en otra jurisdicción porque como se trataba del mero, mero de los Pinos le pidieron que fuera muy discreto. Pero Hegel no le suelta el lazo a Tavito y dice que: "Estaba impedido para actuar en la residencia oficial de Los Pinos, dado que no solicitó la autorización respectiva. Al ocultar a los contrayentes que no estaba debidamente facultado y autorizado, incurrió en una grave omisión que pone en riesgo de nulidad el matrimonio". Y todo este relajo de veras que si me pone los ojos...

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