'Chicos: No pidan fotos de desnudos'

AutorLisa Damour

Los adolescentes son reclutados a una cultura sexual que depende de una premisa perjudicial: en el ámbito heterosexual, los chicos comúnmente juegan a la ofensiva y las chicas a la defensiva.

Este sistema problemático es la base de un nuevo estudio que documenta, con un detalle alarmante, los reportes de chicas sobre las prácticas coercitivas que los varones a menudo utilizan para solicitarles fotos digitales en las que aparezcan desnudas.

Un análisis de casi 500 relatos de chicas de entre 12 y 18 años sobre sus experiencias negativas con el "sexting" arrojó que más de dos terceras partes de ellas han recibido solicitudes para enviar imágenes explícitas.

La mayoría describió enfrentar presión intensa que a menudo iniciaba con promesas de afecto y discreción a cambio de desnudos, antes de acelerar a solicitudes persistentes, expresiones de enojo, acoso y hasta amenazas.

El estudio tomó comentarios posteados entre el 2010 y el 2016 en A Thin Line (Una Línea Delgada), la campaña de MTV contra el sexting, el ciberbullying y los abusos de las citas digitales.

Otra investigación ha arrojado que, aunque tanto los chicos como las chicas envían imágenes de desnudos, es casi cuatro veces más probable que ellos presionen a ellas para que envíen mensajes sexuales, comparado con la presión de mujeres a hombres.

1 COSTUMBRES TÓXICAS

En la cultura en general, parece que repentinamente hemos llegado al límite de nuestra tolerancia ante el abuso de poder sexualizado a manos de hombres adultos.

El siguiente paso lógico es recalibrar algunas de las costumbres tóxicas que se han afianzado entre los adolescentes.

La mayoría de las escuelas y muchos papás ya les piden a los hijos adolescentes que no manden selfies sexualizadas. ¿Pero por qué no les decimos también a los chicos que dejen de pedirse fotos de desnudos?

Por supuesto, es cierto que no se eliminará el problema con simplemente declarar un nuevo código de conducta, pero las reglas pueden hacer una diferencia.

Para empezar, establecen costumbres. Les aconsejamos a los adolescentes que no compartan imágenes de desnudos porque nos preocupa que los menores puedan no reconocer el alcance completo de las posibles consecuencias personales y quizá legales, de crear y distribuir contenido sexualmente explícito.

Pero cuando no decimos nada sobre la práctica de solicitar mensajes de sexting, nos perdemos la oportunidad de ayudar a los adolescentes a ver por qué eso podría ser una mala idea.

Sara Thomas, autora del...

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