México Channel / Este país sigue creciendo... por dentro

AutorHarry Möller

Debajo de esa alfombra de tierra, rocas, montañas y bosques que suele ser llamada "corteza terrestre", tenemos en México todo un mundo desconocido: el negro territorio de las cavernas.

Las hay amables y hasta familiares, como Cacahuamilpa, La Estrella, Juxtlahuaca, García, etcétera, y hay otras que están siendo descubiertas, medidas y cartografiadas, lo cual equivale a conocer las dimensiones existentes en la profundidad, o dicho de otro modo, si sabemos la altitud de nuestras cumbres montañosas, ¿quién conoce las medidas hacia abajo?

De eso se ocupa la espeleología, que es un poco como hacer alpinismo al revés.

Desde el descarnado brazo de la Baja California hasta los ubérrimos confines del sureste, virtualmente todo el país tiene bajo tierra interminables laberintos cavernosos donde hay fronteras jamás cruzadas por hombre alguno, son los territorios cársticos, es decir, de las formaciones calizas ahuecadas por la acción erosiva del agua hasta formar cavernas, grutas, antros, etcétera.

El más reputado espeleólogo mexicano, el geólogo Carlos Lazcano, que ha hecho escuela en la UNAM preparando generaciones de expertos en esta disciplina, fue el primero en revelarnos varios hechos sorprendentes.

Uno de ellos fue la medición del llamado Sótano de San Agustín, en Oaxaca, cuya profundidad en 1972 resultó ser de 449 metros.

Con el curso de los años, numerosos espeleólogos procedentes de Europa y Estados Unidos han acudido al lugar, aportando tiempo y recursos en el estudio del que hoy se llama Sistema Huautla y ostenta la categoría de ser la cavidad más profunda del mundo, con mil 475 metros. ¡Casi kilómetro y medio hacia abajo!

En el curso del descenso se descubrieron insólitos estanques, ríos y cascadas subterráneos. Es el lugar más profundo al que haya llegado un ser humano.

Cambiando el rumbo, ahora por el noreste, cerca de Ciudad Mante, Tamaulipas, hay un manantial llamado El Nacimiento, sumamente popular como lugar de recreo para los lugareños.

Para los espeleólogos es uno de cinco cenotes con cavernas de clase mundial; una de ellas, la del Zacatón, contiene un pozo vertical lleno de agua, tan profundo (360 metros hasta febrero de 1997), que fácilmente alojaría a la torre Eiffel, aunque aún no se ha alcanzado el fondo definitivo.

La inmersión a tanta profundidad presenta muchos retos técnicos, tales como formulación de nuevas tablas para descompresión, así como el uso de oxígeno y gases especiales, amén de las complicadas maniobras para...

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