México Channel / Cosas nuevas, Catemaco viejo

AutorHarry Möller

Tras un cierto tiempo he vuelto a Catemaco, esta vez en busca de una pequeña laguna situada muy por arriba del espléndido lago tan conocido y admirado. Pensaba ceñir mi crónica a esa búsqueda, pero he encontrado tantas cosas nuevas en Catemaco, cosas trascendentes, que siento la necesidad de decirlas.

La primera se refiere al "turismo campesino" como camino real hacia fuentes de trabajo nuevas y sustentables. En pequeñas comunidades muy cercanas al lago (de 15 a 18 kilómetros), como las del ejido López Mateos y el de Miguel Hidalgo, que ofrecen selva tropical húmeda, ríos y cascadas; Las Margaritas (zona arqueológica y selva), y Sontecomapan (manglar, estero y playa marina), los vecinos atienden al visitante con alojamientos rústicos, espacios para acampar, comidas y guías hacia los atractivos alrededores con selvas, ríos y montañas. Y, por propia conveniencia, protegen el medio ambiente contra la depredación y la degradación del suelo, la flora y la fauna.

¿Estamos ante el típico caso de una ilusoria Arcadia? Parece que no. El proyecto, que ya involucra a unas 500 personas, lleva cinco años funcionando y mejorando. En cuanto a la aceptación por parte del turismo, en la selva del Cerro Marinero ya suman mil 700 los visitantes. Uno de los mayores atractivos es la observación de 400 distintas especies de aves silvestres; se estima que en esta área está representado el 40 por ciento de todas las aves de México.

La otra actividad digna de admiración son los trabajos de rehabilitación y reintroducción del mono araña (Ateles geoffroy) en las riberas del lago Catemaco, especie muy diferente de la que divierte a los visitantes en la llamada Isla de los Changos. Este proyecto, emprendido por la organización privada Eco-Index apenas en 2003, comprende la rehabilitación de la conducta de los monos para adaptarse a la vida en libertad, y la minimización de las amenazas por parte del hombre, por medio de la educación ambiental entre las comunidades nativas (para las cuales el trabajo ecoturístico está resultando una buena alternativa económica).

Por lo pronto, los miembros de la organización han logrado que los monos acepten alimentos naturales, como frutas y verduras, algunas de ellas silvestres, y que abandonen la alimentación "humana" que habían conocido.

Como puede verse, hay cosas relevantes ocurriendo en Catemaco, todas ellas gracias a iniciativas personales, y pese a la mucha falta de recursos económicos.

Por lo demás, esta parte de la Reserva de...

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