¿Certeza, justicia y legalidad?

AutorErnesto Núñez y Martha Martínez

México no tiene fiscal general de la República, fiscal anticorrupción, ni fiscal especializado en la atención de los delitos electorales.

Un encargado de despacho está al frente de la PGR y, según la oposición, éste no cumple con los requisitos y experiencia para ejercer el cargo.

Mientras la sociedad civil exige una #FiscalíaQueSirva, el Senado tiene entrampados los nombramientos que darían vida a la nueva fiscalía.

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tiene una mancha de origen. Hace un año, las bancadas en el Senado se repartieron los magistrados: tres para el PRI, dos para el PAN y uno para el PRD, y nombraron como presidenta de consenso a una magistrada impulsada por el gobierno de la Ciudad y el perredismo capitalino.

Para darle viabilidad al acuerdo, tuvo que forzarse una reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial que amplió el periodo del cargo a cuatro magistrados. El acuerdo fue impugnado ante la Suprema Corte por Morena (partido que no fue considerado en el reparto), y resuelto el pasado 27 de junio en una votación en la que cinco ministros cuestionaron la constitucionalidad de la negociación.

En el año que lleva de ejercicio, la nueva Sala Superior del TEPJF ha emitido una serie de sentencias polémicas; algunas que dejan sin castigo conductas cuestionables por parte del Poder Ejecutivo, legisladores y partidos políticos, y otras que contradicen acuerdos con los que el Instituto Nacional Electoral pretendía darle certeza al "proceso electoral más grande de la historia".

El INE es un árbitro cuestionado por los partidos políticos, presionado por el gobierno federal y descalificado por el Tribunal Electoral, que ha echado para atrás desde su acuerdo para disminuir los sueldos de los consejeros (SUP-JE-16/2017) hasta el intento por regular la propaganda gubernamental en precampaña y campaña (SUP-RAP-268-2017).

Hace cinco años, al firmarse el Pacto por México, PRI, PAN, PRD, PVEM y el gobierno federal acordaron una reforma político electoral que pretendía dar a las elecciones locales "el mismo grado de certeza y credibilidad" de los procesos federales. Crearon los Organismos Públicos Locales Electorales y adicionaron decenas de facultades y atribuciones a la autoridad nacional electoral.

El esquema INE-Oples funcionó en los comicios de 2015 y 2016, pero no pasó la prueba en los de 2017, en los que Morena reclamó la intervención descarada del gobierno federal en el proceso del Estado de México, y el PAN denunció una "elección de Estado" en Coahuila.

El pasado 8 de septiembre, al dar inicio formal el proceso electoral, el INE intentó atender esos reclamos, con un acuerdo de "cancha pareja" para garantizar la equidad en la contienda, pero el Ejecutivo y el PRI lo impugnaron y el Tribunal lo revirtió con una sentencia aprobada por mayoría.

En ese contexto, árbitros, jueces y fiscales están a prueba. ¿Cuál debe ser el perfil ideal de los responsables de estas instituciones?

LOS ATRIBUTOS DEL ÁRBITRO

Espíritu de justicia. Ética. Valentía.

Inteligencia para saberse las reglas y para saber interpretarlas y aplicarlas.

Bonifacio Núñez, silbante profesional en la Liga Mexicana de Futbol durante dos décadas, describe las cualidades del buen árbitro.

Bonifacio Núñez Vega no titubea cuando se le pregunta cuáles deben ser las virtudes de un árbitro: "debe reunir cualidades morales, intelectuales, físicas y técnicas. Y, para completar, debe ser valiente, que no es lo mismo que valentón".

Un lustro como árbitro en el futbol amateur, dos décadas en el circuito profesional y 11 años como comentarista deportivo permiten al Boni perfilar al árbitro ideal.

"En sus cualidades morales, el árbitro debe tener espíritu de justicia, ética, espíritu de superación, querer mucho a su profesión. Debe tener cualidades físicas; no puede ser árbitro si no se cuida, si no entrena, tiene que aguantar los 90 minutos. Intelectuales: debe tener educación, debe saberse las reglas como el Padre Nuestro, pero ser inteligente para saberlas interpretar y aplicarlas con criterio. Un árbitro debe saber dirigirse al jugador, entenderlo; leer libros de psicología. Tiene que ser inteligente, saber cómo convencer al jugador para que se meta dentro de las 17 reglas. El arbitraje engloba muchas cosas".

Bonifacio Núñez (Pachuca, 1946) pitó su primer partido en 1969, cuando un silbante del futbol amateur lo retó a dejar la delantera central (la posición que...

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