Cercanos a Tramini dudan de abogado

AutorErika P. Bucio

Marie-José Tramini no tenía un abogado de su confianza, aseguran firmantes de una carta abierta donde piden al Estado mexicano la protección del legado de Octavio Paz y su viuda.

"Me consta", subraya Anthony Stanton, investigador de El Colegio de México firmante, quien conoció a la pareja en 1979, en México. "Incluso había tenido algunas malas experiencias con algunos abogados anteriores", añade.

Once personajes de la vida cultural, cercanos a Tramini, fallecida el 26 de julio, y preocupados por el destino del legado de Paz, firman la carta dirigida al Presidente Enrique Peña Nieto, así como al virtual mandatario electo, Andrés Manuel López Obrador, y a la Secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda.

También firmante, el escritor Alberto Ruy Sánchez, quien dos veces por semana se comunicaba con Tramini, madrina de sus dos hijos, corrobora en entrevista: "No existe la figura del abogado de Marie-José; no tenía un abogado de sus confianzas".

Ella contó a varias personas, entre ellas al propio Ruy Sánchez, que en alguna ocasión enfrentó la invasión de una casa en la Colonia Nochebuena, construida para la madre de Paz y heredada por el poeta. Era habitada por la mujer que se encargó de cuidar a la madre.

La propiedad había sido invadida por personas que alegaban que el Nobel les había vendido la casa y exhibían un contrato falso con fecha posterior a su muerte.

Otra fuente identificó al notario Ángel Gilberto Adame como la persona que ayudó a Tramini a resolver el asunto. Aunque la viuda se quejó de algunas diferencias con él, la relación continuó, pero generó desconfianza en ella.

En la carta, el grupo cuestiona si la persona que se ostenta como abogado personal de Marie-José, cuyo nombre reservó la Secretaría de Cultura (SC) a petición suya, acreditó su personalidad jurídica y a título de qué acude.

La negativa a revelar la identidad crea inquietud, dice Stanton.

"Aquí el asunto es cómo de manera anónima la Secretaría de Cultura acepta a alguien que no acredita su personalidad jurídica", expone Arturo Saucedo, otro de los firmantes.

Varios de los cercanos a Tramini siempre le insistieron en que hiciera su testamento, pero no parecía haber disposición de su parte.

"Decía que eran pensamientos mórbidos, que ella no pensaba morir", narra Saucedo, con quien platicó sobre el proyecto para intentar recuperar la casa de Paz en Mixcoac para albergar su archivo y de una exposición por los 70 años de Libertad bajo palabra, piedra angular de la...

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