Centro de sanación marina
| Autor | Analine Cedillo |
Enviada
IXTAPA-ZIHUATANEJO, Guerrero.- Simplemente estamos contemplando el agua, pero ya comenzamos a sentir su efecto relajante. Bajo los rayos del sol y envueltos por la brisa marina del Pacífico mexicano, estamos a punto de experimentar el circuito de talasoterapia de Loma del Mar Thalasso Spa Resort, el único en el país certificado por la Cámara Internacional de Comercio de Turismo de Salud de Estados Unidos.
El objetivo de este viaje no es sólo descansar, sino sanarnos: la talasoterapia -una técnica con 2 mil años de antigüedad, considerada dentro de la medicina alternativa- está basada en los efectos terapéuticos y curativos del agua de mar. En ella se combinan baños, con el clima marino y la radiación solar.
"(La talasoterapia) nace de forma paralela al termalismo en el mundo y aunque ambas terapias recurren a aguas con minerales y oligoelementos (elementos químicos indispensables para las funciones fisiológicas), la gran diferencia es el clima marino y los lodos que están presentes en todo el ambiente de costa", explica Marianela Peña, bióloga marina del centro de talasoterapia.
Loma del Mar tiene dos años de haber abierto a los viajeros y a la comunidad como un hotel con talaso: un conjunto de albercas con agua de mar al aire libre. Sin embargo, a finales de marzo se dio a conocer la certificación del sitio como destino oficial para el turismo de salud y se presentó en la Ciudad de México con un concepto más afinado. Ahora, más que un hotel recreativo, aspira a ser un centro de talasoterapia, rehabilitación física, deportiva y spa, con hotel.
Descalzos y enfundados en nuestros trajes de baño, iniciamos el recorrido en el pediluvio, o baño de pies medicinal. Caminamos por un sendero de rocas lisas mientras nuestros tobillos son golpeados ligeramente por chorros de agua que salen horizontalmente. La caminata no lastima, pero quienes tenemos el pie plano andamos con cierta dificultad. La terapeuta nos explica que es parte de la reflexología podal que estamos experimentando. Al final del pasillo nos esperan unos fuertes chorros de agua fría que buscan aliviar las contracturas de los músculos.
El siguiente paso es sumergirnos en la alberca dinámica y comenzar con el circuito de talasoterapia. En su interior hay 20 aparatos importados de España que, por medio de chorros de agua, ayudan a desestresar grupos musculares de la espalda, las piernas, los brazos o el cuello. Estar dentro de estas aguas es como nadar entre lágrimas, puesto que...
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