Celebran silencio de Rafael Urzúa

AutorÁlvaro González

Silencio. Dos mujeres grandes platican en la plaza. Un señor se acomoda el sombrero y camina.

Vuelve el silencio y otra vez se interrumpe con el paso de los burros que cargan en sus lomos leche.

Concepción de Buenos Aires parece un pueblo fantasma. Incluso los perros parecen respetar la regla del silencio y prefieren divertirse mordiéndose la cola y oliendo las carnitas.

En ese ambiente nació, creció y desarrolló gran parte de su trabajo arquitectónico Rafael Urzúa, a quien el 19 de noviembre se le rendirá un homenaje en la Plaza Principal, por el centenario de su natalicio.

Egresado de la Escuela Libre de Ingenieros, Urzúa fue uno de los fundadores del movimiento regionalista de Guadalajara, en el que están también los nombres de Pedro Castellanos y del Premio Pritzker, Luis Barragán.

Silencio. Las construcciones de Urzúa rescatan este elemento con gruesas paredes y grandes y callados patios interiores.

Una puerta rechina. La señora Marta Torres abre la puerta de la casa que construyó el ingeniero a Jesús Martínez.

"Fue mi compadre. Me bautizó a uno de mis hijos. Él ayudó mucho aquí, él trajo el agua y muchas cosas más. Era un hombre muy alto y bueno", dice.

"La casa está un poco descuidada. No hemos tenido dinero para rescatarla, parte del enjarre se ha caído", comenta respecto a un enorme tajo en la fachada que deja al descubierto un adobe.

La única calle pavimentada de Concepción es la que sirve de puerta de entrada y lleva el nombre de Rafael Urzúa. Todo lo demás es piedra y tierra.

El aire cala, pero al adobe arropa. El pueblo está hecho con material local. Casas sencillas hechas de ladrillos, adobes y tejas. Urzúa respetó ese entorno cuando construyó más de 30 viviendas, aunque ahora sólo sobreviven poco más de la mitad.

Muchas de esas viviendas se modificaron sustancialmente. En algunas, las puertas originales se sustituyeron, las fuentes no funcionan y los enjarres, en muchas, se cayeron.

Incluso la Casa Urzúa, donde vivió, se encuentra en estado prácticamente de abandono pues ya nadie habita ahí.

Pasión por espacios íntimos

Sus juegos geométricos en las fuentes y fachadas, su pasión por los espacios íntimos y las fuentes se reflejan en muchas de las construcciones de Urzúa.

Agustín Elizalde Urzúa, uno de sus nietos, explica que su pasión por el jardín interior formaba parte de su tradición y biografía personal.

Dice que si bien su obra no es tan valorada como la de Castellanos o Barragán, su contribución es la misma en tanto...

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