Celebran 75 años de un 'clásico secreto'
| Autor | Erika P. Bucio |
MÉXICO.- Mezcla de ensayo y fabulación, en su obra Sergio Pitol ha sabido conjugar el espíritu trágico y cómico, y al cumplir 75 años, el escritor recibirá hoy la Medalla de Oro de Bellas Artes por su contribución a las letras mexicanas.
La distinción le será entregada al Premio Cervantes en un acto en el Palacio de Bellas Artes, donde estará arropado por sus colegas Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, Margo Glantz, Álvaro Enrigue y Mario Bellatin.
"Cada gran escritor es una aportación simultánea al idioma, a la imaginación y la comprensión de lo humano en diversos sentidos, a esto Pitol le añade como su característica singular su comprensión dual del espíritu trágico y del espíritu cómico como escritor satírico, El Desfile del Amor es su aportación magistral.
"Además, su mezcla de ensayo y fabulación, tal y como lo demuestra en El Viaje, es también una expresión de su originalidad", define el escritor Carlos Monsiváis.
Pitol, Monsiváis y José Emilio Pacheco han mantenido una amistad desde los años 50 que aún hoy sobrevive, a pesar de la Ciudad de México y sus distancias, y la residencia xalapeña del autor de Domar a la Divina Garza.
"Conocí a Sergio en 1954 cuando ambos participábamos del comité de defensa de Guatemala en el tiempo del golpe de la CIA. Desde entonces disfruto de su amistad y de su magisterio. A José Emilio Pacheco lo conocí en 1958 en la revista Estaciones, ahí también entró Sergio, creo que desde hace 50 años somos amigos, y somos también lectores críticos de nuestros trabajos. No hay ya, porque la ciudad no lo permite y además porque Sergio vive en Xalapa, un trato frecuente, pero sí una lectura constante, y con esto quiere decir, un refrendo amistoso", agrega Monsiváis, quien suma cinco décadas de amistad con el escritor poblano.
Hacia 1957 Pitol había escrito sus primeros cuentos, cuya fuente eran los relatos de su abuela, tenía entonces 24 años, y un año después publicó su primer libro: Tiempo Cercado, editado por Estaciones, pero ni siquiera llegó a las librerías y pasó casi desapercibido para la crítica, un "librito secreto".
Sus siguientes cuentos los escribiría en el extranjero, con tramas que sucedían en los países por donde se movía: Alemania, Francia, Polonia, Austria e Italia. Lejos de México publicó su último cuentario, Nocturno de Bujara, en 1981, rebautizado como Vals de Mefisto, y las novelas El Tañido de una Flauta y Juegos Florales.
En esos años como cuentista, no sólo leyó a autores europeos...
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