'Celebración caótica'

AutorKarla Garduño

En enero del 2011 las fiestas por el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución ya habrán sido olvidadas, considera el historiador Mauricio Tenorio.

En el programa oficial de los festejos, el profesor de la Universidad de Chicago percibe una conmemoración caótica que no ofrece ninguna idea nueva sobre la historia o sobre el presente ni tiene un eje conductor.

"No hay una idea general, nada organiza una idea central, no hay una idea clave a la que la mayoría esté dispuesto a someterse. No la propuso el gobierno federal, no la han propuesto los gobiernos estatales, tampoco la ha propuesto la clase política ni la clase intelectual mexicana, acaso porque no la hay", dice el autor del libro Historia y celebración (Tusquets, 2009).

A un año de la celebración, considera Tenorio, muchos proyectos deberían estar más claros. Por ejemplo, en lugar de estar planteadas publicaciones sobre ciertos temas, ya debería estar definido de qué libro se trata y quién es el autor.

Una gran fiesta en la que ni siquiera se podrá gastar lo que se quiere, porque el país está en crisis, algún monumento y publicaciones es lo que el historiador prevé que finalmente se lleve a cabo, pero no una conmemoración que marque un hito, como fue la del Centenario de la Independencia, organizada en el Porfiriato.

En aquella ocasión, explica, había una idea general en torno a la cual se organizó todo el festejo y que se planteó con mucha anticipación: la paz.

"Había muchas oposiciones, cada uno de los héroes que hoy celebramos tuvo un gran debate, pero había la idea de que esa celebración tenía que coronar la paz; significaba los primeros 30 años de paz en el país, la idea de que por primera vez México desarrollaba infraestructura y que había llegado a un lugar donde nunca se había podido llegar después de un siglo XIX tan difícil", apunta Tenorio.

Para los intelectuales del Porfiriato, era evidente que estaban viviendo el mejor momento de México en los últimos 30 años, una claridad que no existe en estos tiempos porque ni la clase política ni la intelectual han podido plantear una idea que dé luz sobre lo que se vive.

"Podríamos haber hecho la celebración del 2010 como la de la democracia, porque en 2010 la única idea nueva que podíamos haber dado en 200 años, es que los últimos 10 o 15 años han sido los únicos democráticos que ha tenido México. Puede decirse que la...

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