Celebra el MCM arte de Scully

AutorYanireth Israde

El pintor Guillermo Scully gastaba un par de zapatos cada mes porque no acostumbraba el transporte, ni público ni privado.

"Podía caminar de San Jerónimo a La Merced, cargar sus cuadros en la Tabacalera o en la Condesa, y llevarlos hasta la casa de alguien. Su obra se movía en la ciudad que amaba", recordó ayer la escritora Francesca Gargallo, quien fuera pareja del artista fallecido en 2011, devoto de ciudades como Córdoba y Oaxaca.

El Museo de la Ciudad de México conmemora el cuarto aniversario luctuoso de Scully con la exposición Arrabales de una vida, que reúne objetos personales, bocetos, dibujos y obras de pintura acrílica sobre tela, cartón o madera en los cuales resuena el artista Miguel Covarrubias, una de sus principales influencias.

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