Celebra fiesta mayor la comunidad judía
| Autor | Irma Valadez |
Hoy es el primer día del mes de tishrei, día de año nuevo en el calendario hebreo, denominado Rosh Hashaná y con el que se abre un periodo de 10 días de reflexión para buscar la expiación y llegar así al Yom Kipur, el Día del Perdón, el más sagrado de esta tradición.
Mauricio Lulka, director del Comité Central de la Comunidad Judía de México, explicó que dichas festividades religiosas, así como el periodo entre ellas, conocido como Yamin Noraim o días de reflexión, son las más importantes para la comunidad.
En el Estado de México casi 19 mil judíos conmemorarán las fiestas, alrededor del 85 por ciento de los que habitan en la entidad.
"Se supone que durante los dos primeros días del año, cuando uno va al templo y reza y pide a Dios, de alguna forma se establece cuál va a ser su futuro para el siguiente año, y en el día de Yom Kipur es cuando esto se sella, así que son días de reflexión y de pedir perdón", refirió Lulka.
En el Valle de México vive el 95 por ciento de los 47 mil judíos que hay en México, según el Comité.
En el caso del Edomex, la mayoría están asentados en colonias como Interlomas, Tecamachalco, Echegaray y Ciudad Satélite, correspondientes a los municipios de Huixquilucan y Naucalpan, donde celebrarán las fiestas mayores.
Mauricio Pilatowsky, filósofo, profesor en la FES Acatlán e historiador del pensamiento judío, explicó que en esta festividad la comunidad hebrea dedica su tiempo a la reflexión, los rezos y la búsqueda del perdón de sus semejantes y de Dios.
"Con el Rosh Hashaná se abren las puertas del cielo, y el hombre tiene, del Rosh Hashaná hasta el Yom Kipur, para expiar sus pecados. El mito dice que se abren tres libros, donde se inscriben a los que van a estar en el Libro de la Vida, los que van a estar en el Libro de la Muerte, y los que deben expiar sus culpas, que es el Libro de los que serán juzgados.
"Se vuelve una festividad religiosa para los creyentes, pero también tiene una función social, está escrito en el Talmut (el libro sagrado), que Dios perdona las faltas cometidas contra él, pero dice expresamente que las faltas cometidas contra el prójimo, Dios no las puede perdonar si el prójimo no las perdona", abundó Pilatowsky.
Para Pilatowsky ésta es una de las principales características que diferencia el pensamiento judío del cristiano.
"Carga el asunto del perdón al prójimo, pero además no lo convierte en una obligación como en el cristianismo, no estamos obligados a perdonar, el derecho al perdón de la...
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