Celebra vocación docente

AutorErika P. Bucio

Si Miguel Ángel Villanueva es flautista se lo debe a Bach.

Su Sonata en Mi bemol mayor que escuchó en una grabación con el flautista Gildardo Mojica y la clavecín Luisa Durón, lo deslumbró de adolescente.

El sonido de la flauta lo impulsó, con 15 años, a inscribirse en la Escuela Nacional de Música (ENM), donde ahora enseña. La misma razón que escucha en boca de sus alumnos.

"Todos llegan por el sonido de la flauta", dice Villanueva en su casa en Coyoacán.

Se presentan unos 50 aspirantes por año a la Nacional. Son mucho menos que los 400 que quieren ser guitarristas.

"Eso es porque casi todo el mundo tiene una guitarra en su casa".

Alterna su carrera como concertista con la docencia. Celebra 20 años como maestro. Sus discípulos están repartidos en orquestas del País y otros se han ido a estudiar a Europa. Un periplo que conoce bien. Permaneció 11 años en Francia.

"Siempre me fui con la idea de regresar para enseñar. Tengo la vocación de la docencia".

Uno de sus orgullos es Brenda Mariana Arriaga, de 11 años. Cuando llegó con él, estaba a punto de abandonar el instrumento. Villanueva optó por cambiar el método de enseñanza. Funcionó.

La niña, año y medio después, ganó el Concurso Nacional de Flauta, toca obras de nivel licenciatura y ambiciona irse a estudiar a París.

"Mi intención no es que ganen concursos sino que tengan la mejor relación posible con la música", dice.

Villanueva, dueño de una colección de 20 flautas, algunas halladas en los mercados de pulgas europeos, se ha encargado de ampliar el repertorio para flauta transversa.

Un instrumento que gozó de un papel solista en la música...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR