Celebra como si fuera niño
| Autor | Silvia Cherem S. |
Vicente Rojo (Barcelona, 1932), cuya obra como promotor cultural, diseñador gráfico y artista plástico ha sido calificada por Carlos Monsiváis como "indispensable" para la vida cultural mexicana de la segunda mitad del Siglo 20, inaugura hoy, cuando festeja sus "70 años y un día", la exposición Volcanes construidos en la Galería López Quiroga.
Integrada por más de 80 pinturas y esculturas de gran formato, gouaches y tinta china sobre papel y obra gráfica, se trata de la muestra con mayor número de piezas inéditas que el artista haya presentado desde su retrospectiva en el Museo de Arte Moderno en 1996.
"Lo de '70 años y un día' parece el veredicto de una condena, pero, en realidad, estoy feliz. Gozosamente me siento como un niño de 70 años", dice Rojo.
Con esta obra, producto del trabajo realizado en los últimos dos años, el artista plástico asegura que logró recuperar los espacios de placer solitarios de su infancia, aquellos en los que el pequeño Vicente disfrutaba trabajando con papel, cartón, lápices de colores, tijeras y pegamento, y que le permitían ausentarse, sólo a ratos, del drama al que su familia estaba condenada por la derrota republicana durante la Guerra Civil española.
"Tantísimos años después, aún disfruto el placer de tener en mis manos cada uno de estos materiales. En esta obra, además, incorporé un sinfín de elementos que usan los niños y que yo he acumulado durante toda mi vida: palitos, cartones, cuerdas, bolitas de corcho y telas con una variedad de texturas", señala.
Rojo, mexicano por elección, llegó a México a los 17 años, donde su padre -hermano del General republicano que asumió la defensa del Madrid sitiado- vivía ya el destierro desde 1939.
Seis meses después de su arribo comenzó a trabajar como asistente de Miguel Prieto, quien tenía a su cargo las publicaciones del INBA. Prieto, tipógrafo y pintor, no sólo le contagió el gusto por el moderno diseño gráfico, sino que le enseñó a poner "el mismo interés en diseñar la edición monumental del Canto general de Pablo Neruda que el pequeño boleto de entrada a Bellas Artes".
Fue también él quien lo introdujo con el periodista Fernando Benítez, quien se convertiría en su mentor, padre, hijo, hermano y amigo entrañable, según sus palabras.
Por el gusto, rigor y perfección de su trabajo, Rojo pasó de inmediato a formar parte medular del equipo del suplemento "México en la cultura" de Novedades y posteriormente en "La cultura en México" en Siempre! Semana a semana el...
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