Lo 'cazan' y sufre golpe en el bolsillo
| Autor | Jonathan Compton |
Unos segundos bastaron para arruinar su día y sus finanzas.
En los primeros días de julio, "Juan" estaba haciendo unos mandados y recordó que tenía que cambiar un cheque para realizar unos pagos.
El dinero serviría para cubrir los costos de un centro de rehabilitación para personas con adicción, donde trabaja.
"Juan" se dirigió a una sucursal bancaria ubicada en Enrique Díaz de León, cerca del cruce con Niños Héroes.
Cuando estaba por formarse, un sujeto le cedió su lugar: desde ese momento, al parecer, ya estaba en la mira.
El cliente pasó a la ventanilla y cobró el talón bancario por 25 mil pesos, al mismo tiempo que la otra persona estaba con la cajera de un lado y pidió cambio para un billete de 200.
"Juan" salió del establecimiento, se subió a su camioneta y transitó tres cuadras para llegar a un negocio que tiene en la zona.
Tras unos minutos, volvió a salir y al dar unos pasos vio que había una sombra a su espalda.
"No voltees", le ordenó un extraño, al tiempo que sentía que le recargaban una pistola.
"Dame las llaves", fue la siguiente instrucción.
"Juan" mantenía la calma y acató.
El ladrón arrojó lejos las llaves de su vehículo y metió una mano justo en el bolsillo del pantalón donde "Juan" había guardado el dinero, sin decir más.
El delincuente se alejó hacia la acera de enfrente, donde ya lo esperaba otro sujeto en una motocicleta para escapar.
"Juan" prefirió no llamar a la Policía o levantar una denuncia por el atraco, pues consideró que difícilmente recuperaría el dinero, encontrarían a los "rateros" o se haría justicia.
Incluso desconfía tanto de las autoridades que temió que le fueran a echar la culpa por el robo y hasta terminar posteriormente en la cárcel, describió.
Todavía hizo un intento: regresó al banco para exponer su situación, pero un ejecutivo lo tuvo esperando más de media hora mientras hablaba por teléfono y prefirió retirarse.
No le quedó de otra más que lamentarse, pues casi siempre se reparte los billetes en distintos compartimentos de su ropa y ese día, por las prisas, lo olvidó.
Además, tuvo que reponer el dinero y sufrir un golpe en su...
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