Cautivan orquídeas a amantes de plantas

AutorFernando Toledo

Desde hace 11 años, doña Lupita Mendoza, originaria de Hidalgo, se instala todos los fines de semana en alguna esquina del centro de Coyoacán con una cargamento precioso, "sus niñas, sus nenas", como les llama con ternura.

Se trata de varias docenas de plantas exóticas con tubérculos como raíces y hermosas y complicadas flores en colores que van del lila al amarillo y del naranja al atigrado, orquídeas mexicanas pues, que hacen que los visitantes, tanto amas de casa en pants y "mañanita" como turistas gringos en shorts, volteen a ver a esa florida esquina. Y muchos las compren.

"Este oficio lo heredé de mi padre que se ponía en San Cosme, así aprendí a cultivarlas en mi pueblo, Santa Marta, y todos los fines de semana, vengo con ellas que le han dado carrera a mis hijos", afirma esta mujer que confiesa 60 años cumplidos y 45 en el negocio floral callejero.

Tiene como manual un libro especializado, como Biblia para cada venta, donde checa minuciosamente la clasificación de estas caprichosas plantas que responden a nombres tan complicados como Laelia purperat, Barkeria Uniflora o Trichophila tortilis.

"Las cultivo allá en el rancho, con permisos y todo, pero la verdad, de repente si me da miedo los policías e inspectores que pasan por aquí, porque a una vecina le quitaron sus plantas, dizque que porque eran especies en extinción, lo cual es mentira, todas son mexicanas y no de monte", comenta doña Lupita.

Mientras tanto se detiene una chica con minishort que compite con la belleza de estas flores parásitas, que se dan en todo México, hasta en un humilde tronco o malquique o en grandes y elegantes macetas...

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