Del caudillismo a la democracia
| Autor | Gerardo Ochoa Sandy |
Desde el punto de vista institucional, la política cultural en México puede interpretarse a partir instituciones heterogéneas. En otro, y luego de cierto tiempo, son agrupadas bajo esquemas de organización más general. La Secretaría de Instrucción Pública de Justo Sierra, la de Educación Pública de José Vasconcelos, el INAH y el INBA, la subsecretaría de Cultura Jaime Torres Bodet y Conaculta son los episodios más relevantes.
Los recientes planteamientos de política cultural han oscilado desde la incierta posibilidad de una secretaría de cultura hasta la eventual desaparición de algunas dependencias a partir de los resultados que arrojase una encuesta. Tanto la propuesta de secretaría como la encuesta todavía no cristalizan en un análisis puntual. Por eso el repaso es útil, ya que ilustra experiencias concretas en la administración cultural de México.
Entre los esfuerzos del arranque figuran los asociados a las artes plásticas y al patrimonio cultural.
En 1783, por ejemplo, se creó la Academia de las Nobles Artes de San Carlos de la Nueva España. Entre 1805 y 1807, Carlos IV promovió expediciones arqueológicas en el centro y sureste de la Nueva España. Para 1808, una Junta de Antigüedades se ocupó de la preservación de hallazgos prehispánicos. Agustín de Iturbide, en 1822, creó un Conservatorio de Antigüedades y Gabinete de Historia Natural.
La Constitución de 1824 expresaba su compromiso con una política cultural a través de colegios especializados en ciencias naturales y exactas, de artes y lenguas y defendía los derechos del autor sobre su obra. El artículo 50 apuntaba: "(...) promover la ilustración: asegurando por tiempo ilimitado derechos exclusivos a los autores por sus respectivas obras (...)".
Guadalupe Victoria creó en 1825 el Museo Nacional Mexicano, a donde se trasladaron entre otras piezas el Calendario Azteca y la Coatlicue y emitió una ley que prohibía la salida del País de antigüedades y protegía zonas y monumentos arqueológicos, históricos y artísticos. También se fundó la Sociedad Filarmónica -que para 1877 llegaría a ser el Conservatorio Nacional- y en 1844 el Teatro Nacional, cuyo lugar hoy ocupa el Palacio de Bellas Artes. La política cultural, en dicho lapso, abrió brecha.
La primera agrupación de organismos culturales sucedió a principios del Siglo 20.
La secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, creada en 1905 y encomendada a Justo Sierra, acogió a diversas instituciones: el Museo de Arqueología e Historia...
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