'Castigo divino', desviación del agua en cascadas de Agua azul, dicen

SALTO DE AGUA, Chis., noviembre 15 (EL UNIVERSAL).- Cuando el agua empezó a mermar en las cataratas conocidas como Las Golondrinas y La Licuadora ?principal atractivo de Agua Azul?, y la roca calcara quedó desnuda, los indígenas tzeltales se preocuparon. Ascendieron al punto conocido como La Boquilla, donde vieron que el río tomó otro curso, "es como sí en ese lugar el lecho se hubiese desnivelado y cargado con mayor intensidad en el brazo izquierdo que discurre por una zona inexplorada", señalan.

Los tzeltales platican que no tienen memoria que algo similar a lo que pasó la noche del jueves, haya ocurrido antes en Agua Azul. "Ni nuestros padres y abuelos que habitaron en aldeas en los alrededores de las montañas, vieron este fenómeno", dicen.

Los nativos ?quienes pidieron no se publiquen sus nombres?, aseguran que la desviación del agua, en este centro ecoturístico, puede ser resultado de un "castigo divino" por la insistencia de un grupo de invasores que llegó hace 12 años al área, de 500 hectáreas, en un intento por arrebatárselas a los ejidatarios.

Narran que a finales de octubre en La Boquilla, un punto del río que comparten los municipios de Chilón y Tumbalá, cayó un árbol de unos cien años de edad. Quedó sobre el cauce derecho del río, justo donde la corriente se desvió en el brazo la izquierdo, también con rápidos y cascadas, pero inaccesible para el turismo y, como consecuencia, dejó sin agua la zona que es visitada cada año por unos 200 mil turistas.

En La Boquilla, donde se ubicó una antigua finca de la familia Astudillo, de Yajalón y que hoy es habitada por siete familias bases de apoyo zapatistas, el río alcanza un ancho de 70 metros, con pozas de hasta dos metros de profundidad y es justo ahí donde se bifurca el afluente que la corriente se cargó en el brazo derecho.

Teoría de un experto. Un geólogo que llegó el pasado sábado a Agua Azul explica que en La Boquilla, las lutitas y areniscas (rocas sedimentarias detríticas) se rompieron como "sí fuera un mazapán" y esto provocó un hundimiento en el lecho del río y por eso el agua se "inclinó" hacia el lado derecho.

La deforestación en las montañas por donde corre el río han erosionado el lecho y por esta degradación, ocurrió el desnivel topográfico, lo que originó que el agua haya tomado el curso derecho, una zona también con cataratas, pero inaccesible para el turismo, explica.

En la ribera izquierda del afluente en el punto de La Boquilla, puede verse la arena y las piedras...

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