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El extraño caso del Doctor Attendu

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Vincent
AutorEnrique Vila-Matas

Quiero recordar la figura hoy bastante olvidada del genial escritor J. Rodolfo Wilcock, nacido en Buenos Aires en 1919, de padre inglés y madre de origen italiano, amigo de Borges y Bioy Casares. Este gran escritor había publicado sus primeros libros en Argentina, pero cuando en 1958 se trasladó a Italia, donde residió hasta su muerte en 1978, se reinventó a sí mismo como un virtuoso de la literatura italiana, abordando con maestría casi todos los géneros literarios. Wilcock es un caso de escritor de radical originalidad, difícil de clasificar. Entre otras cosas, es un caso poco común de escritor argentino que al mismo tiempo es escritor italiano y en ambas lenguas -quizá esto es lo más difícil de todo- un escritor de primera fila, aunque en estos momentos no goza de excesiva fama entre los lectores del gregario panorama editorial actual.

De los libros de Wilcock recomiendo, de entrada, el genial La sinagoga de los iconoclastas (Anagrama, 1981, traducción de Joaquín Jordá) donde el lector puede encontrar un irónico relato en torno al personaje del doctor Alfred Attendu, un hombre que en Haut-les-Aigues, en un rincón del Jura próximo la frontera suiza, dirigió un panorámico Sanatorio de Reeducación, o sea hospicio de cretinos. Parece ser que en el periodo entre 1940 y 1944, ese hospicio vivió sus años de oro. En aquel tiempo, en plena guerra mundial, llevó a cabo una serie de experimentos que más adelante recogió en un famoso libro, El hastío de la inteligencia.

Los alemanes no molestaron al doctor Alfred Attendu, gracias al desastroso estado de la única carretera de acceso a aquel Sanatorio, destrozada por un bombardeo equivocado (los alemanes creyeron que la carretera llevaba a Suiza, por culpa de una flecha con la inscripción "Refugio de Retrasados Mentales"). Los alemanes le dejaron en paz y el doctor Attendu se convirtió en el rey de su pequeño reino afortunado de idiotas y desde lo alto de Haut-les-Aigues se pasó la guerra viendo los ejércitos de uno y otro bando ir y venir, como en un filme cómico, "disparando hacia atrás, huyendo hacia la victoria, construyendo para destruir, arrancándose banderas de...

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