Cartas a Reforma / Desvaríos salariales

Los diputados locales ganan salarios al nivel de un concertista de la Filarmónica de Berlín, de primer mundo, pero tienen una producción de quinta clase; y por otro lado, músicos profesionales de la Sinfónica Nacional, con una muy respetable producción artística, ganan salarios de miseria, o sea también de quinta.

¿Cómo puede una sociedad permitirse, en las condiciones actuales, semejantes desvaríos y desperdicio...

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