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Cartas a Reforma

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Vincent
AutorCarlos Chong González, Cristina Oyhanarte, Alexandra Sánchez Seabrook y Herminia Pasantes

A punta de votos

El NYT publica que en cinco años de Gobierno, Enrique Peña gastó 2 mil millones de dólares en publicidad. Esta cantidad estratosférica es difícil de imaginar. Con ese dinero se hubieran podido construir escuelas y hospitales o reconstruir las casas de los afectados por los sismos.

Peña sigue rompiendo todos los récords históricos negativos, no sólo en gastos de publicidad, ni qué decir de sus deslices verbales; además, éste es el sexenio más violento de la historia y qué podemos decir de la corrupción e impunidad que son el pan de cada día. Se me hace larga la espera para poder votar, sacarlos del poder a punta de votos y hacerlos pagar por todos sus delitos y el tremendo daño causado a los mexicanos.

Carlos Chong González • Guadalajara, Jalisco

Farsa descomunal

Es un insulto a nuestra inteligencia la llamada "precampaña" de los partidos políticos como también la otra quebrantada regla de que tenían que competir dos candidatos de cada partido. Ningún partido ha cumplido ninguno de los requisitos exigidos. Y, a todo esto, el desprestigiado, con razón, finge demencia, no pide cuentas ni exige se cumplan sus propias reglas y menos aún los sanciona. Pero eso sí: siguen cobrando sus espléndidos sueldos pagados por nosotros los ciudadanos. Realmente ¿para qué sirven? Somos testigos de una farsa cómplice y descomunal desde el inicio. ¿Qué seguirá luego de vistas gordas, complicidades y corrupciones? ¿Dónde está el tan mentado Estado de derecho? Si los institutos creados por nosotros no se imponen y no nos protegen, las campañas no tienen sentido.

Cristina Oyhanarte • Álvaro Obregón

El máximo botín

Desde el inicio o antes de las elecciones, se ve como los políticos le dan la vuelta a la ley. Ellos rompen, hacen caso omiso, delinquen con total impunidad y cometen un sinfín de anomalías. Cuando un ciudadano común y corriente "comete un delito" por mínimo que sea, como robar un pan, las autoridades brincan en defensa de la ley. Pero cuando los políticos roban descaradamente el dinero del erario, cometen fraudes...

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