Cartas a El Norte
| Autor | Marco Antonio Seyde del Real, Óscar Tijerina Hinojosa, Jorge A. Romero Vargas, Verónica Jaramillo y Valentín Reyes |
'Pobre iluso'
El 2017 será recordado como un año en que todo siguió igual, como dice la canción.
Las calles siguen dañadas, el congestionamiento vial de siempre, la contaminación ambiental a niveles altísimos, y ni qué decir de la galopante corrupción e impunidad que avanzan en caballo de hacienda.
En la política siguen las mismas tácticas de siempre. Ese show en público de amor-odio entre el Ejecutivo y el Legislativo cuando en privado se hablan de tú y hasta se susurran al oído.
Y ahora, hasta Presidente de la República aspira a ser nuestro experimento sociopolítico, todo por andar de novedosos.
Lo único que ha cambiado es el espejo. Ahora cada vez que lo miro veo a un pobre iluso que creyó en un cambio ciudadano.
Marco Antonio Seyde del Real / Priv. de Sta. Catarina, Santa Catarina
Cosechar el fruto
Hoy propongo que hagamos un paréntesis y procuremos olvidarnos de política y cosas peores, como dice el maestro Catón.
Deseo un próspero 2018, que todos los propósitos se hagan realidad, obviamente que hay que hacer lo que nos toca para lograrlo, nada cae del cielo, sólo la lluvia, y para aprovecharla hay que saber almacenar el agua para poder regar la plantación y cosechar el fruto.
¡Ánimo, sí se puede! Y mis mejores deseos son que lo logremos y disfrutemos grandemente.
Óscar Tijerina Hinojosa / Col. Cumbres, Monterrey
Engendro agraviante
Cuando existe una amenaza o daño al honor, al derecho, al patrimonio, a la salud o a la vida resulta imbécil perderse en formalismos, pero el nuevo sistema de "justicia" penal acusatorio antepone los formalismos al derecho sin importar el agravio resultante para el individuo y la sociedad.
Desde la época de los romanos que nos legaron las bases del Derecho actual fue sentenciado el aforismo "summum ius summa iniuria" (a mayor justicia, mayor injusticia) que nos recuerda que el objetivo de la ley no es el máximo burocratismo, sino hacer justicia, y que fue olvidado por nuestros legisladores al crear ese engendro.
Este nuevo sistema nunca podrá ser exitoso porque jamás resultará en Derecho ni se podrá decir que en consecuencia de él imperan el orden, la ley y la justicia. Es una lástima que no pase de una burda vacilada y, naturalmente, debe reformarse.
Jorge A. Romero Vargas / Col. Valle del Roble, San Nicolás
México sin violencia
Yo quiero un México sin violencia, quiero sentirme segura en mi propio país. La Ley de Seguridad Interior lo único que causará es pánico y más violencia.
Esta Ley no es la...
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