'Carmen' hiperrealista

AutorErika P. Bucio

El director de escena Marcelo Lombardero creía que jamás montaría Carmen, pensaba que nada tenía que decir sobre esta ópera de amor y de sangre, pero la realidad lo tomó por asalto.

"Los periódicos me llevaron a Carmen", dice Lombardero. Se refiere a los asesinatos de mujeres en América Latina, a un ritmo de cuatro víctimas por hora. "Esta sociedad es hostil con la mujer".

Decidió que montaría el título de Bizet desde otro punto de vista, ya no con la visión del romanticismo, que nace con Manon o La dama de las camelias de la mujer fatal que arrastra al hombre a su perdición. Don José, soldado, deserta del Ejército por Carmen, una gitana, se vuelve contrabandista y finalmente asesino.

"Hoy sería irresponsable plantearla así, y nos parecía bueno tomar partido, estamos contando una historia de feminicidio, de violencia de género que está puesta en la obra: hay un hombre que ama a una mujer y si la mata es porque cree que es de su propiedad", explica el director.

Decidido a montarla, Lombardero la despojó del pintoresquismo y la trajo al presente. "Nadie pretendería ver un Shakespeare como en el teatro El Globo; la ópera es un género teatral vivo y debe tener consonancia con su época. Yo no hago arqueología, hago teatro", dice Lombardero, director artístico del Teatro Colón entre 2005 y 2007.

En esta Carmen, que se estrenó en Buenos Aires el año pasado, no hay nada de madroños, flamenco ni danzas españolas; Lombardero le puso en cambio los "condimentos de la calle": tribus urbanas, bailes callejeros como hip-hop y breakdance, graffiti, la taberna de Lilas Pastia es un karaoke y el torero Escamillo aparece como cantante de narcocorrido.

Carmen es una chica de barrio marginal que para sobrevivir roza el mundo de la delincuencia y el contrabando. "No hay narcotráfico", ataja Lombardero. Don José es un soldado reprimido, con la sombra de su madre detrás. Son dos personajes alejados, cuyo único punto de contacto es el amor. "Eso desencadena una tragedia", añade el director artístico del Teatro Argentino de La Plata.

Su propósito, añade, ha sido devolver la obra a su formato original de "opéra-comique", una historia contada con canciones, hilada por diálogos hablados.

El papel de Carmen ha sido encomendado a la...

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