Carmen Aristegui F. / El cóctel mexicano

AutorCarmen Aristegui F.

La simultaneidad es la marca del momento que vive México.

La suma de cosas que están en curso en nuestro país -por su gravedad, por su trascendencia, por su velocidad y por potencial conflictivo- dibuja en el horizonte un cóctel impredecible.

Los fenómenos naturales Ingrid y Manuel que irrumpieron, al mismo tiempo, en territorio nacional -provocando la gigantesca devastación que hoy tenemos ante nosotros- acentúan la idea de que todo está ocurriendo bajo un mismo techo, en el mismo momento y con la misma fuerza. El agolpamiento de sucesos y procesos abiertos construye la percepción de que el todo, en algún momento, se puede salir de control. Demasiada carne al asador.

El gobierno de Peña Nieto ha decidido, en este primer tramo, impulsar reformas constitucionales y secundarias en los temas más trascendentes, complejos y espinosos: petróleo, educación, impuestos, bancos y telecomunicaciones. (No queda claro si se incluirá corrupción.)

Ha dicho que su propósito es lograr que en cuatro meses se transforme a México de raíz en estos y otros asuntos fundamentales. Ciento veinte días que moverán -o convulsionarán- a México. A saber.

Se agrega al panorama el mapa de crisis y emergencia que se vive en más de la mitad del territorio nacional por lluvias, deslaves e inundaciones.

La persistente movilización de los profesores disidentes en contra de la reforma educativa ha dado materia para desatar la más furiosa de las campañas mediáticas en contra de aquellos que se oponen a una reforma cocinada al más puro estilo "Fast track". Desde los medios más poderosos de comunicación se ha inoculado, en una parte importante de la población, un sentimiento de odio y desprecio en contra de un sector de la sociedad que decidió manifestarse y que, a su vez, decidió romper los límites y confrontar con acciones extremas al propio Estado mexicano. El potencial de encono y confrontación social es real y, además, ha sido alimentado.

La tentación autoritaria para someter al disidente quedó dibujada en el operativo del viernes pasado que permitió dar paso a un grito desangelado.

Difícil imaginar hasta dónde estará dispuesto el magisterio disidente a llegar, una vez que la reforma constitucional y sus leyes secundarias fueron promulgadas con gran velocidad dentro de un Congreso disminuido y sometido a un mandato cupular.

Al tiempo que continúan las movilizaciones de la disidencia magisterial se aglutinan fuerzas políticas y sociales para oponerse a otra reforma que...

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