Carmen Aristegui F. / La obligación
| Autor | Carmen Aristegui F. |
El Congreso de la Unión tiene en sus manos una segunda oportunidad. Una vez que la Suprema Corte declaró la inconstitucionalidad de varios de los artículos de las leyes federales de radio y televisión y de telecomunicaciones está hoy en la necesidad y en la obligación de legislar nuevamente en estas materias. La clase política, los legisladores y el País están ahora en un contexto diametralmente distinto al que tenían cuando fueron aprobadas estas leyes. Ha corrido mucha agua bajo el puente desde que se vivió aquel vergonzoso proceso que produjo las leyes impugnadas y que mostró con crudeza hasta dónde pueden verse sometidos los poderes públicos. La Corte rescató con su fallo los ejes fundamentales del interés general y dejó abierta la puerta para que los legisladores hagan, ahora sí, lo que les corresponde para dotar a este país de un marco legal que permita y garantice, en primerísimo lugar, los derechos de los ciudadanos. El derecho a la información, a la expresión, a la réplica, a la pluralidad. El Congreso ya dio un primer paso. Legisló una reforma constitucional para la competencia política de gran alcance. La reforma electoral debe interpretarse, sin duda, como el efecto pendular de la clase política a los excesos cometidos en el antes, durante y después de la ley de medios. La velocidad y contundencia con la que se aprobó esta reforma sólo se explican por el tamaño de los agravios, y por el sentido de sobrevivencia desarrollado por los poderes formales ante los excesos de la realidad fáctica. Restituir al Congreso las condiciones para legislar en libertad a favor del interés general es uno de los principales méritos de lo ocurrido. Sería imperdonable que el actual Congreso no lo hiciera valer. Desmontar el modelo de competencia electoral dominado por la lógica del dinero, la supeditación mediática y el grosero intervencionismo empresarial y de Gobierno será fundamental para que México no vuelva a vivir otro 2006. Está bien, pero no es suficiente. Para que México pueda realmente aspirar a una vida democrática debe contar con un nuevo marco legal en diferentes órdenes. Uno de ellos -crucial- tiene que ver con la radio, la televisión y las telecomunicaciones. No es posible imaginar la consolidación democrática si no se cruza ese umbral. Por lo pronto el Senado ha creado un grupo plural que ha convocado a un nuevo proceso de consulta con actores interesados y especialistas, a partir del cual -se entiende- elaborarán su propuesta. El...
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