Carlos Fuentes/ Todos los niños del mundo
| Autor | Carlos Fuentes |
El destino de la niñez latinoamericana es inseparable del destino social, político y económico de cada una de nuestras naciones.
Cuando hablamos de desempleo, discriminación, insalubridad, ignorancia y pobreza entre los 200 millones de latinoamericanos que viven (sobreviven) con 90 dólares o menos al mes, hablamos de la condición de millones de niños latinoamericanos que no podrán cumplir su promesa, o como ahora se dice, "realizar su potencial".
Constantemente sacrificamos el potencial de un niño porque el niño no cuenta con un horizonte social amplio e integrado, y porque el niño deberá cernirse al horizonte chato y estrecho de la miseria y la falta de oportunidades.
Los marginados de nuestras sociedades son trabajadores, hombres y mujeres; son indígenas discriminados; y son siempre niños indios, blancos o mestizos, excluidos de la esperanza.
¿Puede haber, sin embargo, desarrollo económico en general sin desarrollo de la esperanza que representa cada niño nuestro?
¿Puede haber estabilidad, prosperidad, democracia, con una masa de niños que mañana no serán hombres y mujeres productivos, sino que acarrearán a la edad adulta la pesada carga de una niñez ignorante y hambrienta?
Pocas organizaciones (acaso ninguna otra) ha hecho tanto para mejorar esta situación como UNICEF. Su programa de vacunaciones masivas ha salvado miles, acaso millones, de jóvenes vidas. Sus operaciones de campo han expuesto a quienes trabajan para UNICEF a enormes peligros en zonas de conflicto.
Partamos de un hecho. Los niños y los jóvenes son la mayoría de la población mundial. En las naciones en desarrollo, son ya la mitad de la población.
Son también las primera víctimas de la violencia en el mundo.
Sólo en los últimos diez años, se calcula que han muerto, en conflictos armados, cerca de dos millones de niños en todo el mundo. Hemos visto sus cuerpos inertes en la televisión.
Hemos visto sus cuerpos vivos pero macilentos, reducidos a puro hueso, como una terrible advertencia: estos niños no tendrán más futuro que la muerte próxima.
Cien millones de niños viven en las calles del mundo, sin familia, sin educación, sin salud, y millones más han caído en el trabajo esclavista, el abuso sexual y la explotación del inocente.
Eduquemos. Corrijamos. Escuchemos.
El Dr. Bernard Lown, Premio Nóbel en 1985, nos dice que basta un aumento de sólo 75 centavos de dólar diarios por persona y por año en todo el mundo (2.8 mil millones de dólares al año) para inmunizar a todos los...
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