Carlos Monsiváis / 'Si tienes una madre'

AutorCarlos Monsiváis

"...Da gracias al Señor que te ama tanto/ que no todo mortal contar podría/ dicha tan grande ni placer tan santo". La batalla por desacralizar en lo mínimo el Día de las Madres se ha perdido inexorablemente. De nada valen las ironías, los chistes, los distanciamientos críticos, los señalamientos de la esclavitud hogareña, el enjuiciamiento de la sociedad de consumo, el precisar que el amor no depende de regalos ni serenatas ni familias reunidas en torno al peor sentido del humor concebible. Nada funciona. Cada sociedad tiene fechas como capillas votivas, efemérides como catedrales del consumo y la obligación filial y familiar, y el 10 de Mayo es una de ellas.

¿Qué se le opone? ¿Alguien podría condensar más aptamente el ritual? Si el Día del Padre se desempeña con mucho menos galanura (si el Jefe de Familia necesita un día, la Familia zozobra), y si por fortuna no hay Día del Hermano, Día del Primo, Día del Pariente Desconocido, se deberá aceptar que el Día de las Madres es el invento que trascendió su intención comercial /(tan sólida) para ubicarse -¿en qué otra parte?- en el corazón de los dignos de haber nacido.

"Sólo me parte el alma y me desvela/ que dejé tan solita a mi mamá,/ mi pobre madrecita que es tan buena/ ¿quién en mi ausencia la consolará?".

La voz de Daniel Santos al cantar "Despedida" expresa perfectamente la mitología del desamparo, la manera en que los hijos adoptan a las madres para consolidar la mitología. Y la canción, también, ejemplifica el éxito de las instituciones: hace 20 ó 30 años se pretendieron el choteo y el sarcasmo a propósito de "Despedida". Todo el esfuerzo se diluyó y hoy, si ya no conmueve la imagen del hijo que se va a la guerra, dolido de la suerte de su viejecita, conmueve la certidumbre del dolor de la partida, cuando se dé y cómo se dé.

Nace el 10 de Mayo entre las flores

En un excelente ensayo, "El 10 de Mayo" (Memoria y olvido, SEP-Martín Casillas, 1982), Marta Acevedo reconstruye la ruta ideológica que asume la ocurrencia comercial y la devuelve convertida en la refundación de la familia. En abril de 1922, el director de Excélsior, Rafael Alducin, propone a semejanza de los conceptos de vida y hogar de otros pueblos celebrar a la madre. En pos de su altar, el señor Alducin utiliza el estilo poético-intimista: "Una costumbre que deberíamos imitar empeñosamente y ésta es dedicar un día a enaltecer a la madre, a hacer un monumento de amor y de ternura a la que nos dio el ser".

Palabras faustas y...

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