Carlos Martínez Escalona/ Los nuevos Cuatro Jinetes

AutorCarlos Martínez Escalona

Primera Parte

Parece que en toda época hay malos augurios. No es que ahora vea que nos amenacen algunos; simplemente ya están metidos en nuestro mundo. La sociedad de hoy tiene a sus propios jinetes "apocalípticos".

No cabe duda de que la evolución de nuestra generación y la anterior es una de las más rudas que han existido en la historia de la humanidad. Sólo hace falta detenerse a pensar en lo que el Siglo 20 supuso para el avance de la ciencia; o de la tecnología, de la alimentación o de la medicina.

Y ni qué decir de las comunicaciones. No hay tema ni cuestión que no se haya abordado en el siglo pasado y que no haya sido superada, cuestionada o puesta de nueva cuenta en el candelero.

Una de estas cuestiones es la naturaleza humana; y cuestionar la naturaleza humana ya resulta bastante fuerte, cuando llevamos miles de años sin quejarnos de que el hombre es hombre porque su esencia es la de ser hombre. Ahora ya no. Parece que esto de que el ser humano lo es porque lo es ya no convence mucho.

Esta cuestión se enfoca a algo fundamental, que pone en crisis cualquiera de otras cosas "no fundamentales". Planteamiento que no es fácil hacerse y menos encontrarle una nueva dimensión a la que el hombre por naturaleza acepta: que es hombre porque su características totales -cuerpo, mente, voluntad, espíritu, sentimientos-son las que le hacen ser exactamente eso: un ser humano.

Con este cuestionamiento se deriva la clave para explicar la sociedad del arranque del Siglo 21. Antes, cuando aún prevalecía una explicación un poco más lógica del hombre, era claro compartir "algo" con el resto de los hombres. Ese "algo" no era debido a un acuerdo, sino que estaba precisamente en su naturaleza como algo interconstruido y no mutable, porque estaba lejos de ser "relacionable" con algo orgánico o sicofísico; en pocas palabras: la naturaleza humana y sus implicaciones estaban fuera del alcance del hombre en cuanto a su procedencia.

Por lo tanto, se decía que por derecho natural (por el orden del universo y de uno mismo) los hombres compartíamos las mismas cualidades fundamentales y requeríamos del respeto de los privilegios que éstas nos otorgaban. Pero ahora, con eso de que no...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR