Carlos Bravo Regidor / El trumpismo en entredicho

AutorCarlos Bravo Regidor

Lo mejor que se ha escrito sobre la era de Trump casi no se trata de Trump, dice Carlos Lozada en la introducción a su libro What Were We Thinking, una breve historia intelectual del trumpismo. Se trata, por el contrario, de las transformaciones demográficas, los actores políticos y las corrientes culturales que le dieron forma. Se trata, también, de las contradicciones económicas, de los conflictos generacionales, raciales, de género, en fin, de la constelación de factores que lo hizo posible, de las causas y contextos que explican al trumpismo como un fenómeno más amplio, complejo e interesante que la figura de Donald Trump. No es que su liderazgo sea irrelevante. Es que su relevancia siempre ha dependido de condiciones que lo trascienden, que no están bajo su control y que -esto es lo fundamental- pueden cambiar e incluso volcarse en su contra.

Su derrota electoral y las consecuencias del fallido intento golpista de la semana pasada en el Capitolio están poniendo en entredicho por lo menos tres de esas condiciones sobre las que se asentaba el poder del trumpismo. Una es la integridad del proceso político estadounidense, el respeto a las instituciones y los procedimientos democráticos. Otra, el tenso pero funcional acuerdo entre las élites del Partido Republicano y el Presidente, una alianza en la que a pesar de rezumar desprecio había intereses y conveniencia mutuos. Y la tercera es la identificación entre Trump y sus bases sociales, la lealtad recíproca entre los seguidores y el líder.

Al desconocer los resultados e incitar a sus simpatizantes para que asaltaran la sede del Congreso, Trump atentó contra las reglas que le permitieron llegar a la Casa Blanca. Al hacerlo, no solo faltó a su obligación presidencial de "preservar, proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos", sino que les obsequió a sus rivales (en el Partido Demócrata, desde luego, pero también en el Republicano) un extraordinario motivo para destituirlo e inhabilitarlo. ¿Es viable la supervivencia del trumpismo si Trump queda impedido para volver a competir por un cargo

público?

Para las élites republicanas Trump nunca fue uno de los suyos, sino un advenedizo que logró volverse muy popular entre su electorado, pasar por encima de ellas y arrebatarles el control del partido. Siempre supieron que era un peligro, nunca creyeron que sería Presidente. Luego de su sorprendente victoria en 2016 se vieron obligadas a encontrar un arreglo: ellas se...

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