Carlos Bravo Regidor / La discriminación aceptable

AutorCarlos Bravo Regidor

En la sociedad mexicana todavía imperan muchos prejuicios y exclusiones, pero aún así la discriminación por religión, condición física o económica, raza, preferencias sexuales o políticas, género o demás motivos se ha vuelto cada vez más injustificable. Quienes siguen ejerciéndola ya no pueden hacerlo descaradamente y sin el temor de pagar al menos algún tipo de costo social. Necesitan disimular, pretender que sus ideas o prácticas discriminatorias (sean clasistas, racistas, misóginas, homofóbicas, transfóbicas, xenofóbicas, etcétera) en realidad no son eso sino otra cosa. Más que argumentos tienen evasivas; subterfugios endebles y desesperados para tratar de excusar lo inexcusable. Es un triunfo de los valores democráticos -de la igualdad, el pluralismo y la inclusión- que sus antagonistas estén tan desprovistos y a la defensiva, que no puedan militar abiertamente en su contra. Salvo cuando se trata de los migrantes.

Porque todo indica que con ellos la discriminación sigue siendo perfectamente tolerable. Es la aberrante "magia" de las fronteras: lo que para quienes viven de un lado se considera violación de sus derechos humanos, para quienes vienen del otro se llama política migratoria. No importa el conocimiento acumulado sobre la historia de las migraciones (e.g., que son ciclos más que "crisis"; que las fuerzas de expulsión y atracción que las impulsan tienen causas muy profundas y poderosas contra las que es muy difícil, y a veces contraproducente, legislar; sobre cómo se fortalecen los países que gestionan la migración con una perspectiva menos punitiva y más de derechos, oportunidades e integración). ¿Por qué la arbitrariedad del nacimiento, tan fácilmente identificable como una fuente de injusticia cuando se habla de desigualdad socioeconómica, no se reconoce también como una fuente de injusticia cuando se habla de fronteras y migración? ¿En qué momento, por qué causas y con qué implicaciones, la ciudadanía se vuelve un criterio válido para decidir que dos grupos de personas con idéntica dignidad, aunque uno "nacional" y otro "extranjero", puedan ser tratados de un modo tan distinto por una misma autoridad? ¿Cómo hacemos...

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