Carlos Bravo Regidor / Democracia y militarismo

AutorCarlos Bravo Regidor

La democracia es conflicto; las Fuerzas Armadas son obediencia. Por eso es tan importante institucionalizar el control civil sobre la milicia, para evitar la tentación de que el imperativo de disciplina que se espera de las segundas termine imponiéndose sobre la disputa que es consustancial a la primera. No es una especulación teórica, la historia de América Latina (no hace falta ir más lejos) está llena de episodios muy sombríos, aunque también muy pedagógicos, en ese sentido. Cada uno con sus particularidades, sin duda, pero de los que se pueden extraer dos conclusiones generales: la primera es que los ejércitos no suelen ser fuerzas democráticas ni democratizadoras; la segunda, que las democracias difícilmente se consolidan mientras los militares ejerzan algún tipo de poder político.

Ocurre, sin embargo, que durante los últimos años el peligro antidemocrático que representan las Fuerzas Armadas ha cambiado. No tanto en el fondo, pero vaya que sí en la forma. Si antes los ejércitos amenazaban con derrocar a los gobiernos democráticos mediante una toma violenta del poder, ahora suelen ser los gobiernos democráticos quienes están empoderando a los militares dotándolos de cada vez más encargos. Como ha argumentado la internacionalista argentina Rut Diamint, América Latina está viviendo un nuevo militarismo: "la gran novedad es que los militares ahora son aliados no de los perdedores de la democracia (la vieja guardia predemocrática) sino de sus ganadores. Los soldados ahora sirven a quienes llegan al poder a través de las elecciones como oficiales de policía, como guardias pretorianos e incluso como líderes de lo que equivale a un partido político". ¿Por qué?

Primero, porque en muchos procesos de transición del autoritarismo a la democracia quedó pendiente una reforma de las relaciones cívico-militares y eso les permitió a las Fuerzas Armadas conservar ciertos márgenes de autonomía y opacidad. Segundo, porque en el contexto contemporáneo de populismos, polarización y crisis de los sistemas de partidos, las Fuerzas Armadas han servido políticamente no solo como un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR