Carlos Bravo Regidor / Apocalipsis lento

AutorCarlos Bravo Regidor

Para S.

A mi iaia le encantaba el mar, sobre todo el Caribe mexicano. La recuerdo metiéndose lenta y gozosamente en la parte baja, antes de las olas, siempre donde sus pies "tocaran". Evocarla riendo, incluso cantando en el agua, es una imagen entrañable que me devuelve a la infancia, que me hace sentir que sigo siendo ese niño que la adoraba. La recuerdo pasando largas horas acostada en la playa, dejando pasar el tiempo sin hacer otra cosa que mirar el mar. Yo revoloteaba alrededor suyo, le hacía alguna pregunta o jugaba en la arena, mientras ella estaba felizmente instalada en lo que ahora -tantos años después- me parece la sagrada plenitud de un momento que en mi memoria es eterno. A veces me decía cosas, me contaba historias o pensaba en voz alta. Me acuerdo de escucharla muy convencida, con esa primorosa mezcla de sabiduría y superstición tan propia de las abuelas, de que si te sentías mal, si tenías una herida o estabas recuperándote de cualquier padecimiento, aun de gripa o tal vez hasta de una fractura, el mejor remedio era zambullirse en agua salada. Para ella, el mar curaba.

"Órale, niños, pónganse el traje de baño", les pido a mis hijos en cuanto entramos a la habitación. Es su primera vez en el Caribe mexicano, los traje de vacaciones a un hotel a media hora al sur de Cancún. Mi hija lo saca de su maleta y se mete al baño a ponérselo; mi hijo, el menor de los dos, está distraído con un videojuego. Insisto, no me hace caso, le quito el videojuego, rezonga, le doy su traje y una playerita... Veinte minutos después estamos, por fin, en la playa. Está atardeciendo. De inmediato encontramos una pequeña palapa, dejamos ahí nuestras cosas y caminamos juntos, los tres tomados de la mano, hacia el mar. No es cristalino ni turquesa como el de mis recuerdos, es turbio y color caca.

Llegando nos topamos con un borde de hierba marina, lo esquivamos con una zancada. "¿Qué es esto, papá?", pregunta mi hijo. "Es un alga que se llama sargazo, chaparrito", le contesto como si nada, intentando disimular mi...

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